viernes, octubre 18, 2024

El “fraude colosal” denunciado por Bosch en las elecciones de 1990; espié al jefe de los espías

Por Melton Pineda
En las elecciones del 16 de mayo de 1990 se produjo una crisis política en el país, debido a que el expresidente y líder opositor del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el profesor Juan Bosch, denunció que el Gobierno del doctor Joaquín Balaguer, le había hecho “un fraude colosal”.

Al mismo tiempo, en medio de esa disputa, el profesor Bosch devolvió una condecoración que le había otorgado en nombre del Gobierno Dominicano el presidente Balaguer.
Con el pulso político que como periodista percibía en la Casa de Gobierno, noté un fuerte nerviosismo entre los funcionarios palaciegos, y así lo hice saber a la alta dirigencia del PLD.

Tanto así, que, en una de esas acostumbradas visitas al despacho del secretario de la Presidencia, Rafael Bello Andino, al preguntarle y deplorarle la crisis electoral, este dijo: “Bueno, Melton, si ese viejo tira los peledeístas a las calles, esto se va a poner feo, pero muy feo”. Se paró del del asiento del escritorio y fue al baño y retornó.

También en ocasiones visitaba el Despacho del Asesor Económico del Gobierno, el economista de origen cubano, Juan José Arteaga. Este minimizaba la crisis y decía: “ese viejo no va a hacer nada, ¿qué va a hacer…? Oh, se le mete preso, si lanza la gente a las calles”.

El licenciado Arteaga y el profesor Bosch tenían serias diferencias políticas y en plena campaña electoral, el líder peledeísta cometió un fao político. Dijo que, si ganaba las elecciones, el primer decreto era para meter preso al licenciado Arteaga.
También, en sus recorridos, los periodistas visitábamos al secretario técnico de la Presidencia, ingeniero Guillermo Caram. Este socialcristiano de formación, más que reformista, nos analizaba la crisis electoral, pero sus conclusiones eran más ideológicas que electorales.

Hago un aparte, para ilustrar una bellaquería que le hice al ingeniero Caram. Cuando nos encontramos me lo recuerda, y es que, en una ocasión, estando solos en su Despacho, eché el ojo hacia el escritorio y vi un documento, muy importante, que le llevaría al presidente Balaguer, firmado y todo. Lo sustraje y me marché. Luego me llamó a prensa de Palacio, cuestionándome si me había llevado por error un documento de su escritorio, y lo negué.

Luego, atribuyéndole a una fuente, fuera del Palacio Nacional, reseñamos una información con el documento hurtado a Caram.

Esos comicios crearon un ambiente de confrontación verbal entre los peledeístas, seguidores del expresidente profesor Bosch y los reformistas seguidores del presidente Balaguer.

En el país se creó una expectativa entre el presidente Balaguer y el expresidente Bosch, a raíz del líder y fundador del PLD denunciar que, en las elecciones del 16 de mayo, del 1990, los reformistas en la Junta Central Electoral (JCE) le habían hecho un Fraude Colosal.
Se decía que, en los primeros boletines de la JCE, el profesor Bosch estaba ganando las elecciones.

Su representante, el licenciado Félix Jiménez (Felucho), todo el mundo lo felicitaba y se entendían ganador. Dicen que al representante del PLD uno de los reformistas, felicitándolo, le brindó una bebida con algo extraño dentro y este optó por irse a su casa, y al otro día, celebrar el triunfo de Bosch.

¡Tremenda sorpresa! Al otro día, los cómputos de la JCE daban como ganador al presidente Balaguer. Fue entonces cuando el profesor Bosch y la alta dirección del PLD denunciaron el fraude colosal.

El líder peledeísta en una de esas intervenciones con los periodistas, anunció que lanzaría el pueblo a las calles a buscar el respeto a la voluntad popular.

Este anuncio del expresidente Bosch copó los titulares de la prensa nacional, radio y televisión y puso el país en expectativa, a la espera de esa decisión.

Al otro día, en el Palacio Nacional entraron en pánico. Llegué temprano a cubrir mi fuente. Ahí llegaba el director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), el mayor general Héctor Lachapelle Suero, para acudir a la acostumbrada reunión-informe con el mandatario.

Con el director del DNI, a quien conocía y tenía un nivel de confianza establecido cuando él era jefe de la escolta militar del presidente Antonio Guzmán, y yo era el vocero de la Tendencia del mandatario, Dr. Juan López.

Desde que advertí la presencia del director del DNI, activé una mini grabadora que usaba en el bolsillo dentro del saco.

Fui a su encuentro y de inmediato, le pregunté… Bueno, para que no creyera que era una entrevista, le ponderé; “Bueno general, la cosa está dura, el profesor Bosch anunció ayer que lanzará el pueblo y los peledeístas a las calles para evitar el Fraude Colosal que él denuncia, ¿qué hará el Gobierno?

El jefe del DNI, más o menos me contestó lo siguiente: “Melton, si ese viejo lanza el pueblo a las calles, le irá mal, va a ser apresado, todos los organismos de seguridad del Estado, incluyendo el DNI, tenemos identificados todos los puntos críticos de la ciudad y del interior del país, el que se mueva ta preso.”

Es más: “estamos vigilando muy de cerca a toda la dirección del PLD, el que se mueva va preso, no vamos a permitir desórdenes.”

Debo confesar que esta era una conversación íntima entre nosotros, y yo me la jugué el todo por el todo, hasta cubrir la fuente, y cuidado si una cancelación del periódico.
Asumí un riesgo calculado, si me salía bien o mal. El gran amigo Lachapelle no sabía que estaba grabando la conversación. En una palabra, ESPIÉ AL JEFE DE LOS ESPÍAS DEL PAIS, AL DIRECTOR DEL DNI, GENERAL LACHAPELLE SUERO.

Después de esa publicación, la mayoría de los funcionarios del Palacio, incluyendo Rafael Bello Andino, hablaba con cuidado conmigo y cuando lo hacía me advertía: “cuidado si estás grabando y me hace como al general Lachapelle”.

Llamé temprano a la Redacción, el jefe de esa unidad de periodistas, de La Noticia, inmediatamente, me dijo: “tú llamando temprano, coge para el Palacio, que dice el director que no tenemos nada de primera página para esta tarde y ya son las ocho de la mañana”.

“Pues mira Pablo, te tengo la primera de la primera, como dice el Caballo Pedro Caba”. Pablo me dice: “¿qué tú tienes? Le digo: “mira, yo no le hice la entrevista, pero sin él saberlo, activé el grabador antes de hablar con él, y le grabé toda la conversación al director del DNI”.

“¿A quién? Al director del DNI, le respondí, y me dice: cómo así, al director del DNI, ese hombre es jodón, y tú lo conoces, desde cuando Antonio Guzmán.

“Y la grabación se oye bien,” insiste Pablo Jerez: “óyela, y se la coloqué al auricular del teléfono. “Cooño, ese es Lachapelle…, claro… “no, no, no, déjame ir donde el doctor Prestol”, y le dijo de lo que se trataba.

Muy asombrado, el director quiso escuchar la grabación, y le dice a Pablo: “Pablo, y que tú crees, oh, pero Melton no está loco, él sabe con quién se está metiendo”. Nada, ahí está la grabación, que la traiga.

Y el director Miguel Ángel Prestol le dio luz verde.
El titular fue más o menos así: SI PROFESOR BOSCH LANZA PUEBLO A LAS CALLES, SERÁ APRESADO, VIGILAN LOS PELEDEISTAS MUY DE CERCA.

Al día siguiente, muy de temprano, llegué al Palacio Nacional, al vernos, el director del DNI, inmediatamente me abordó. “Pero Melton, yo no sabía que lo que te dije era para publicarlo. Bueno general, usted estaba hablando con un periodista…

“¡Coño!, la suerte que al viejo le gustó y mucho, nada más se sonrió a carcajadas cuando le leyeron la información. Si no, me jodo, si a ese viejo no le hubiese gustado”. (Se refería al presidente Balaguer).

“Pero tú me estaba grabando”, preguntaba el jefe del DNI, le dije: “No general, lo que pasa es que yo tengo una memoria de elefante, y lo grabo en la mente”. -Pero tú me citaste textualmente lo que yo dije.

“Sí, yo lo recuerdo todo”, le comenté.
Me despedí tranquilamente del general Lachapelle…
Entro al departamento de Prensa del Palacio, bajo la crítica de todos mis colegas, porque los había paleado. “Bueno, ustedes se apuñalan algunas informaciones también…” Evidentemente dolido por el palo, el colega Manuel Jiménez, me dijo: “pero tú no viniste al Palacio ayer.”

“No, yo vine, pero no entré a Prensa, me fui por la escalera de atrás, y ustedes no habían llegado”, le respondí.

A pocos minutos, me llama la secretaria del director, urgente, que el director Prestol quería hablarme.

Bosch se irrita
“Melton, pero ahora se ha armado un lío con el profesor Juan Bosch. Él te está acusando a ti de ser miembro del DNI, porque a ese funcionario no lo entrevista nadie y que tiene que ser un hombre del DNI que lo haga…”

“Bueno, y qué yo voy a hacer…” El director insiste: le dije que te iba a localizar. Dime Melton qué podemos hacer con el profesor, yo lo tengo al teléfono”.

Le digo: “doctor, dígale al profesor que yo estoy aquí en el Palacio, cerca de su apartamento de la César Nicolás Penson, que, si él me permite aclarar algo, yo voy con mucho gusto y lo entrevisto en su oficina”.

De allá para acá vino el doctor Prestol: “Melton, ese hombre está regado contigo, dijo que no, pero un no rabioso; dice que tú tienes que hacer una noticia y desmentirte a ti mismo, que eso es mentira, que Lachapelle no dijo eso así”.

“Bueno Prestol, y cómo yo me desmiento a mí mismo”.

Melton, “yo le reparé eso y me dijo endiablado que sí, que tú tienes que hacerlo y colocarlo en primera”, dice Prestol que le respondió muy incómodo el expresidente Bosch.
“Bueno director, yo no voy a hacer eso, porque Juan Bosch lo quiera”, le dije.

Volvió al teléfono el director y quedó con el profesor Bosch en algo que rechacé hacer.
“Melton, por favor, el profesor está que echa chispa contigo, y hasta conmigo, pero mira lo que yo voy a hacer. El profesor es un hombre mayor de edad y además tú sabes cómo es él, por demás, amigo mío. Yo voy a hacer un desmentido suave y le voy a poner tu firma… ¿qué te parece?

El doctor Miguel Ángel Prestol es una persona sumamente ecuánime, por demás, serio y amigo personal.

Pero le respondo al director Prestol: “mire, director, si usted quiere, haga el desmentido, yo no me opongo, usted es el director del periódico, yo lo que soy es un periodista, empleado, pero no le ponga mi firma, porque si lo hace, yo redacto mi renuncia del periódico ahora mismo y me voy del periódico, yo no acepto eso.”

“Bueno, Melton, en qué vaina nos hemos metido con el profesor… Está bien, yo voy a hacer el desmentido sin tu nombre, eso lo asumo yo como director del periódico”, dijo el doctor Prestol.

Los peledeístas, que tenían una actitud tirante conmigo, en esa ocasión, me insultaron. De todas las formas repetían lo que el profesor Bosch decía de mí, que yo era un miembro del DNI, lo que nunca probó.

En varias intervenciones, aunque respetábamos la figura del profesor Bosch, le aclarábamos que sacara algún documento que nos vinculara al DNI, como lo hizo en su momento con el secretario general de la Federación de Estudiante Dominicanos (FED), de la UASD, Felvio Rodríguez… ¡A que no se atreve! Nunca lo hizo, porque la única relación que yo tenía con ese organismo de seguridad del Estado era simplemente por mi condición de profesional del periodismo.

El doctor Euclides Gutiérrez Félix, mi profesor en la Escuela de Comunicación Social en la UASD, me entró a dos manos. Lo mismo hizo el secretario general del PLD, el profesor Lidio Cadet. A ambos, los puse en su puesto.

Luego, el dirigente del PLD diputado Elpidio Báez, quien hizo una declaración oficial, y también le entré a dos manos.

Las relaciones con el PLD y yo quedaron muy maltrechas, pero teníamos que cumplir con nuestra misión de informar.

Lo extraño de la historia es que quienes debieron “desmentir” la versión era el emisor, y no los afectados, que serían potenciales víctimas del poder. ¿Por qué actuaron de esa forma…?

Melton Pineda
Melton Pineda
Periodista

1 COMENTARIO

  1. Te felicito por tu aporte al conocimiento de hechos que fueron noticias trascendentes en el acontecer político de esa difícil época de guerra fría, reflejada en este pedazo de isla.
    Un abrazo.

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