Alta eficiencia de la Policía en solución de asaltos a sucursales bancarias

Lito Santana
Salvo la forma extraña y sospechosa mediante la cual la Policía Nacional reportó la muerte por disparos de dos de los cuatro asaltantes del Banco Popular de la avenida Gregorio Luperón, el cuerpo del orden demostró que cada vez está más a la atura de resolver los casos de violación a las leyes que caen bajo su responsabilidad.
Siempre es lamentable la pérdida de vidas humanas, pero ese relato de matar a uno de los sospechosos mientras dormía en su casa y con la presencia de su esposa e hija, es una barbaridad. Igual lo sucedido en una cabaña, que regularmente no tiene puerta de escape que no sea por donde están los efectivos policiales, es otro absurdo, que a mi juicio empaña el éxito de los científicos que dirigen las investigaciones.
Esas falencias dejarán dudas por siempre, sobre los motivos que llevan a una patrulla de agentes del orden a actuar de esa manera, como si tratara de evitar que estas personas puedan defenderse de una acusación ante los tribunales.
Pero aparte de eso, en el caso del asalto al Banco Popular, la Policía Nacional dio muestra de que su eficiencia sube puntos, con el paso del tiempo.
Así explica la Policía su procedimiento investigativo: “Tras el hecho, un equipo de técnicos de levantamiento de videos de la Dirección de Área de Policía Cibernética pudo observar mediante la ruta de cámaras de vigilancia que, previo a la ocurrencia de los hechos, uno de los presuntos participantes del asalto fue captado desplazándose en una motocicleta marca Bajaj Platina, negra, portando en la parte trasera una caja roja, con el logotipo de una reconocida empresa de entregas a domicilio (delivery), la cual posiblemente utilizaba como fachada.
Se trataba de Johan Eduardo Belliard Aybar (a) Berberrá, de 24 años (occiso), quien, tras estacionar la moto en la que se desplazaba, fue visto abordar la citada jeepeta utilizada en el asalto, perpetrado en la tarde del lunes 3 de junio.
Luego, los antisociales fueron captados cuando salieron de la entidad financiera, tomando la avenida 27 de Febrero, con dirección hacia la Plaza de la Bandera, donde posteriormente giran hacia la avenida Gregorio Luperón.

Más adelante, “Berberrá” y Eddy Enmanuel Segura Arias (a) Peluca (detenido), tras cometer el delito, se desmontaron de la jeepeta y abordaron diferentes motocicletas y se dirigieron hacia distintas calles del municipio Santo Domingo Oeste”, establece el informe policial.
De ahí en adelante, lo otro fue pan comido y los agentes pudieron localizar a estos individuos y apresarlos sin mayores esfuerzos, a tal punto que, sabiéndose ya ubicados o identificados, dos de ellos procedieron a entregarse a las autoridades. Dos de ellos no podrán dar su versión sobre los hechos, ni defenderse de la acusación, pues están muertos
Caso Santiago
En el caso del asalto a la sucursal del Banco de Reservas en Santiago, de nuevo las autoridades policiales se valieron del uso de la tecnología para iniciar la persecución de los infractores.
En el documento entregado a los medios, la Policía Nacional detalla que: “las cámaras de videovigilancia del Sistema 9-1-1 tuvieron un rol importante para ayudar a identificar a los presuntos asaltantes.
Gracias esa tecnología, la Policía Nacional y el Ministerio Público dieron con el paradero del vehículo utilizado por los miembros de la organización para escapar con el botín.
A eso se agrega el uso de la tecnología mediante la cual ubican los teléfonos celulares de los imputados en los alrededores del establecimiento donde está el banco a la hora del atraco.
Esa evidencia, así como conversaciones de textos sostenidas entre los procesados, planificando el robo, “son elementos que prueban su participación”.
De modo que la Policía Nacional demostró eficiencia en la solución de estos casos