Por Octavio Santos
Desde el espacio sideral, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) urgió a todos los actores políticos haitianos a enfrentar “con urgencia” y mediante “un diálogo amplio” el creciente deterioro de la seguridad pública y la situación humanitaria en el país.
Un llamado muy propio de latinoamericanos y caribeños, como si no se dieran cuenta que en Haití no existen entes o actores con capacidades para sentarse a dialogar de alguna manera, ya que esa nación ha caído en el caos absoluto.
¿Cuáles actores políticos? Quienes tienen el control de las calles, barrios, sectores, regiones y ahora hasta el control a algunas instituciones públicas, son las bandas criminales, que ahora tienen como objetivo los estamentos u organizaciones estales.
La Declaración de la Celac parte de un principio bueno, porque plantea que “la crisis actual exige una solución liderada por Haití que abarque un diálogo amplio entre la sociedad civil y los actores políticos”.
Pero es que en Haití los actores políticos y la sociedad civil han perdido protagonismo y la iniciativa la tienen las bandas, y por eso, la llamada comunidad internacional habla de una presencia policial o de cualquier género que ayude a restablecer un mínimo de orden nacional.
“Reconocemos el papel de los países y organizaciones de la región en apoyar el diálogo político entre el Gobierno y los diferentes partidos políticos e instituciones de la sociedad haitiana con el objetivo de trazar una hoja de ruta que permita superar la crisis actual”, dice la Celac.
Pero ahora en Haití no hay nada. El mismo gobierno de Ariel Henry anda en desbandada, tanto, que se desconoce el paradero de él como figura principal, después de un viaje que lo llevó precisamente a la reunión del Caricom, en Guyana, y luego a Kenia.
Según versiones, Henry intentó regresar por el aeropuerto de Puerto Príncipe, pero por los ataques de las pandillas no pudo hacerlo. Y esas mismas versiones sugieren que por el aeropuerto de Cabo Haitiano también hay montado un operativo opositor para impedirle regresar al país.
Los 33 miembros de la Celac, entre los que figura Haití, hicieron un llamado también a “la implementación pronta y efectiva” de la resolución 2699 (2023) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Ariel se había comprometido a celebrar elecciones antes del 31 de agosto de 2025 durante la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom), que tuvo lugar en Guyana a principios de esta semana.
Durante la cumbre de Caricom, se dieron además algunos avances relacionados con la fuerza multinacional que está previsto se despliegue en Haití para restaurar el orden.
El pasado fin de semana la crisis de Haití se agudizó con el asalto a los dos más importantes recintos carcelarios y la huida de cerca de 4 mil presidiarios.
Según la ONU, en 2023 fueron asesinadas en Haití 4.789 personas, 1.698 resultaron heridas y 2.490 secuestradas, siendo la tasa de homicidios en el país de 40,9 por 100.000, el doble del año anterior y una de las más altas del mundo.