Por Lito Santana
Aunque las elecciones primarias convocadas por la Ley para el primer domingo de octubre, que es día primero de ese mes, son del Partido Revolucionario Moderno (PRM) ese mismo mandato obliga a la Junta Central Electoral (JCE) a asistir con “todos los poderes”, para que estas salgan bien.
Un fracaso en este certamen no sólo afectaría a una de las partes, sino a los dos protagonistas.
A la JCE le tocó suministrar el Padrón de Electores, afiliados al PRM, pero fue ese partido que reclutó a sus inscritos.
La JCE tiene asignada la elaboración e impresión de las boletas para todos los niveles participantes, pero es el PRM quien entregó el listado con sus aspirantes.
La JCE coordinó la instalación de 5,149 mesas de votación en 1,502 recintos electorales y trabaja para facilitar las herramientas necesarias, para que los participantes encuentren las urnas y ejercer sus derechos. Pero es al PRM que le toca la mayor responsabilidad llevando a sus parciales a los centros de votación, mantener el orden y la cordura, desde el comienzo hasta el final. Más cuando su padrón oficializado, supera los tres millones de registrados.
La JCE puso a disposición de esta jornada más de 35 mil miembros de su banco de elegibles, para que ese día se conviertan en los asistentes de las mesas de votación, pero es a los delegados de los candidatos participantes a quienes les corresponde instruir a sus hombres de confianza para defender sus derechos con la altura suficiente para que todo salga bien.
Junto a estos miembros de los colegios, en su mayoría jóvenes profesionales, estudiantes universitarios y personas adultas experimentadas, la JCE instalará miles de dispositivos de escaneo, digitación, impresión y transmisión de datos (EDET) que deben retornar de manera íntegra, sanos y salvos a la sede central del organismo electoral.
La JCE proporcionará miles de los miembros de su Policía Militar Electoral, para salvaguardar de manera física a todos lo que acudan a esta fiesta interna del PRM, pero es a esa organización que le toca mantener el orden, de tal manera que ninguno de estos oficiales y subalternos tengan que intervenir en ningún conato de desobediencia o violencia, durante esta actividad.
Al final, la JCE será la responsable de divulgar los resultados de estas primarias, para lo cual trabaja en la instalación de modernos sistemas computarizados que llegarán de manera simultánea a su sistema de cómputos, a los equipos del PRM, si los tuviera, y a los medios de comunicación, si les interesara. Pero, es al PRM que le tocará aceptar los resultados provisionales y definitivos que surjan de sus votaciones, y si tuvieran inconformidades, acudir a las instancias que señala la misma Ley para hacer sus reparos.
En fin, la JCE y el PRM, que han trabajado de manera mancomunada para que todo salga bien, tienen que sopesar cada una de sus acciones, para que esta fiesta de la democracia pueda ser aceptada por todo el país.