Por Alfonso Tejeda
Porque "no tenía de otra", el presidente Luis Abinader anunció su decisión de embarcarse en una repostulación que era " sabida de antemano", pero que sorprendió por el momento que lo hizo: después de participar en el desfile de los dominicanos en Nueva York, y antes de una comparecencia programada para este miércoles en Pedernales, espacios que sectores políticos estimaban los posibles escenarios para que el mandatario pusiera fin a esa " incertidumbre" que, por demás, tenía plazo legal perentorio : el jueves de esta semana.
Esta oportunidad rebasaba esa que se considera "norma" , o referente puntual, cuando se trata de admitir una situación inapelable: "Crónica de una muerte anunciada", título de ese recurrido texto de Gabriel García Márquez -que muchos/ as conocemos de " oída"-, donde se narra la muerte de Santiago Nasser, hecho futuro que todos conocían, pero que nadie pone al tanto a la víctima para evitarlo, que en el caso de la repostulación Abinader si conocía, aunque evitó anunciarlo hasta este momento que ahora justifica : "Después de una profunda reflexión, entendí que el país está por encima de mi tranquilidad familiar o personal", para admitir lo que era ya sabido.
Soy de los que estimaba que el mandatario pondría fin a las especulaciones en su visita a Nueva York, pero confiaba que lo hiciera el miércoles en Pedernales, por la atención que ha dedicado a esa provincia desde la pasada campaña, que en el 2020 lo convirtió en el presidente de la República, y el que más ha visitado esa, con promesas y propuestas para sacarla del marasmo económico que la mantiene como una de las cinco provincias más pobres en el país, pese a que tiene recursos cuantiosos para hacer de ella zona de explotación turística, tarea en la que ha el gobierno ha invertido recursos y conquistado la participación de otros agentes para desarrollar esa parte del territorio.
Ahora entiendo como más pertinente que el presidente Abinader vaya a Pedernales después de definir sobre su repostulación, más tranquilamente después de la tragedia de San Cristóbal, porque así tendrá que decir con precisión por qué vuelve a esa provincia; explicar los retrasos en la construcción de obras iniciadas y que necesitan y urgen los pedernalenses para mejorar sus vidas; hasta dónde va el compromiso que ha asumido el gobierno con la gente de esa; qué novedad oferta en esta vidita, todo lo que permitirá establecer si es la correspondiente y responsable atención a compromisos asumidos, o una sesión más de promesas electorales reeleccionistas.
"Todavía hay desafíos para enfrentar, oportunidades para aprovechar y cambios por realizar", dijo el presidente en su discurso para anunciar su repostulación, con lo que estoy de acuerdo, porque entiendo que esa es la realidad de Pedernales: un luengo desafío que Abinader asumió, oportunidades para aprovechar en beneficio de toda una región que podría mejorar sus insoportables condiciones de vida, que de lograrse resultará en cambios necesarios e impostergables en el bienestar económico y social que la dignidad humana reclama, para hacer entonces la dignidad un Poder con el Poder de la honestidad.