Por Osvaldo Santana
El sargazo constituye la principal amenaza para la economía de la República Dominicana, si se considera que afecta el sector de mayor crecimiento, mayor generador de divisas, fuente de empleos y motor de otros subsectores como la agropecuaria, la industria, la construcción y la prestación de diversos servicios.
Y es que su impacto, todavía no determinado en su verdadera dimensión, estresa durante varios meses de verano las actividades de mar y playa, esenciales para el sistema hotelero dominicano.
Hablamos del turismo, que como es de general conocimiento, ha devenido en el principal eje en que se afirma la economía nacional.
En el 2022, “la contribución del PIB del sector de Viajes y Turismo de República Dominicana creció un 26% en comparación con el año anterior, para sumar más de 16,7 mil millones de dólares, lo que representó el 15% de la economía dominicana, superando por 3,8% las cifras reportadas en 2019”, afirma World Travel & Tourism Council.
El año pasado, añade, el sector generó 802,6 mil empleos, es decir, el 16,8% del total de los puestos de trabajo en el país; un 0,3% por encima de los niveles de 2019.
Destaca que la llegada de viajeros internacionales aumentó y generó un derrame de nueve mil millones de dólares, un crecimiento de 34% frente al año anterior, y superó por un 1,2% lo registrado en 2019.
Si se observa una información suministrada por el ministerio de Turismo sobre las adquisiciones del sector turístico en el país, también podría verse a detalle cómo mueve la economía en general: Los hoteles compraron en el mercado interno más de RD$8 mil millones al sector industrial; RD$49 mil millones al sector agropecuario, y pagaron servicios por más de RD$230 mil millones para un total que supera los RD$287 mil millones en compras. Los impuestos directos al Estado fueron algo más de RD$55 mil millones.
Más aún, según el Banco Central, el país recibió 8.5 millones de visitantes no residentes en el 2022. Alrededor del 85 % llegaron por vía aérea. La ocupación hotelera fue del 76 %, y las divisas recaudadas alcanzaron los US$8,406.5 millones. Es decir, que también el turismo es fuente capital como aportador de divisas.
Parece que huelga repetir por qué el sargazo es el principal reto para la economía dominicana, toda vez que afecta su principal eje creador de riqueza.
El sargazo, según los expertos, es un alga de color marrón oscuro, de olor pestilente, que empezó a aparecer en aguas del Caribe desde 2011. Estimaciones sugieren que cada año llegan cerca de 22 millones de toneladas métricas que inundan las playas y dañan los arrecifes de coral, el ecosistema marino en general y obviamente impacta las actividades acuáticas. En la Republica Dominicana ya ha afectado a las empresas generadoras de electricidad que operan en sus costas.
Fuente de debate
En todo el Caribe, y República Dominicana no es excepción, se ha convertido en tema de debate que envuelve a los hoteleros, pescadores, las academias y científicos y aún no llegan a un consenso para manejar lo que para muchos es “una maldición”, que en teoría es producto del cambio climático, sea por el calentamiento de las aguas marinas o por los desechos humanos que llegan al mar.
Lo que trae el sargazo
Según publicaciones, los investigadores detectaron la presencia de once metales pesados en el sargazo, como “hierro, arsénico y zinc en las más altas concentraciones”. También cadmio en las muestras de tres de las playas, níquel en cinco y plomo en seis. Rolando Liranzo, Arismendis Gómez, Bolívar Gómez, Yusmel González-Hernández y Ulises Jauregui-Haza recolectaron muestras de las tres variedades de sargazo: S. fluitans III, S. nathans I y nathans VIII, en 2021. Las playas son de Bávaro y Punta Cana, en La Altagracia; Juan Dolio y Guayacanes, en San Pedro de Macorís; San Andrés, en Santo Domingo; Nigua, en San Cristóbal; Enriquillo, en Barahona y Juancho en Pedernales.
Mitigar el impacto del sargazo
En una entrevista a Diario Libre, Jake Kheel, vicepresidente de la Fundación Grupo Puntacana, plantea que en el país no hay un esfuerzo coordinado, no hay toma de decisión en conjunto, no hay fondos dedicados para responder a la emergencia que implica la presencia del sargazo.
“Entonces, necesitamos una institución o una entidad que se dedique, básicamente, a enfrentar el tema del sargazo. Por eso proponemos un fideicomiso público-privado para que el Gobierno, las empresas y comunidades afectadas aporten a ese fondo y con una gobernanza que administre, cree prioridades y trabaje durante todo el año. Si fragmentamos y solo trabajamos durante la temporada de sargazo, nunca vamos a tener una respuesta efectiva.
“La creación de una comisión de alto nivel público-privada-academia para coordinar estrategias, crear un fondo de investigación e inversión; que reconozca que enfrentar las afluencias masivas de sargazo es una prioridad nacional que requiere un manejo interdisciplinario de manera permanente.
“Dentro de la mesa, crear un mecanismo financiero que permitirá que los sectores público, privado, bancario, energético, académico, y organizaciones y organismos internacionales puedan aportar recursos financieros para todas las acciones nacionales (corto, mediano y largo plazo) en el tema del sargazo que se requieran”, propone entre otros asuntos, Kheel.
Lo impresionante
Lo impresionante es que siendo el turismo el principal motor de la economía, como hemos apuntado desde el principio, el Estado no haya abierto una investigación sobre el sargazo que dé lugar a un planteamiento, y con el mismo, a la formulación de políticas públicas sobre esa materia.
Impresionante que el administrador del Estado, y el ministro de Turismo, ambos propulsores del turismo como principal eje para empujar la economía, singularmente después del COVID-19, todavía no hayan dado a conocer una iniciativa pública para encarar el problema.
Quizás pronto pase la temporada del sargazo, y el mismo quede en el olvido, hasta el próximo año, cuando de nuevo aparezca en las playas del Caribe, y otra vez se convierta en un tema capital para los agentes del turismo. Habría que pensar que entonces al menos se tendría un plan, mientras tanto, es inevitable preguntar: ¿qué hace el gobierno para encarar tan serio problema?
El futuro del turismo
El pasado 23 de mayo de este año, el WTTC señaló, a través de su Informe Anual de Impacto Económico (EIR), que al cierre de este año 2023 la contribución del sector al PIB de República Dominicana alcanzará los niveles prepandemia, ya que aportará más de 17,7 mil millones de dólares a la economía nacional, es decir, casi un 10% por encima de lo registrado en 2019.
Julia Simpson, Presidenta y CEO del WTTC, dijo: "En los próximos 10 años, el sector generará 47,8 mil nuevos empleos en República Dominicana, representando uno de cada seis puestos de trabajo en el país.”
El organismo mundial de turismo pronostica que el sector aumentará su contribución al PIB a más de 24.7 mil millones de dólares para 2033 y empleará a casi 900 mil personas en todo el país.
Latinoamérica
Según WTTC, en 2022, el sector de viajes y turismo de Latinoamérica contribuyó con 302.6 mil millones de dólares a la economía regional, solo un 4.1% por debajo del nivel de 2019.
Durante el año pasado, el sector empleó a casi 16.4 millones de personas en toda la región, un aumento de 17.7% con respecto al año anterior. El organismo estima que el sector recuperará en su totalidad los empleos perdidos durante la pandemia para fines de este año con más de 17 millones de vacantes ocupadas en el sector.
El sargazo puede ser una oportunidad
El doctor en ciencias técnicas y coordinador del doctorado en ciencias ambientales de la Universidad INTEC, Ulises Jáuregui ha dicho que el sargazo puede ser una oportunidad, sea para obtener biogás, purificación de agua y la industria de cosméticos, la industria farmacéutica, al igual que en la construcción con bloques a base de este material marino.
También, según resultados obtenidos en una tesis de los estudiantes de biotecnología de INTEC, del sargazo podrían obtenerse fertilizantes líquidos con nutrientes orgánicos que pueden ser utilizados en la agricultura.
UN CASO DE ÉXITO
Hay experiencias, como en Jamaica, donde un ingeniero eléctrico emprendedor estableció a partir del sargazo una planta procesadora de alimentos para cabras o chivos.
Según un artículo publicado en un portal del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Daveian Morrison, estudió el sargazo y descubrió que “es rico en nutrientes, especialmente en carbohidratos y proteínas. Con miras a cosecharlo para producir alimentos orgánicos para animales, formó la empresa Awganic Inputs en 2018.
El mercado objetivo fue la industria del ganado caprino. La cabra es una de las principales carnes consumidas en Jamaica. Awganic Inputs vio la oportunidad de proporcionar alimentos asequibles a los criadores en un país que tiene una factura de importación anual de más de 15 millones de dólares para este tipo carne.
Morrison dice que el bajo costo del forraje que produce podría contribuir a aumentar el tamaño de los rebaños en el país, cuyo promedio es de 30 cabezas por granja, pasando de un conteo nacional de 700.000 cabezas a 3 millones. Con ello, la industria caprina en Jamaica estaría dando un paso hacia la autosuficiencia.
“Queremos proporcionar al sector más de 160 toneladas por año, apuntando a más de 80 clientes. También estamos apuntando a otros sectores, como los de peces y conejos”, dice.
Awganic no solo produce alimentos para animales a partir de sargazo. Con las algas podridas, también están produciendo carbón ecológico. El carbón ecológico es más limpio, más saludable y no emite mucho polvo ni humo. Se quema por más tiempo y es perfecto para cocinar, especialmente el jerk, un estilo de condimento y preparación de carne originario de Jamaica.