Por Alfonso Tejeda
Sí, a la provincia de Pedernales, que ahora parece marcar desde sus suelos las obras que la acercan al desarrollo y el progreso, es oportuno plantearles a los pedernalenses que ese proyecto por el que tanto han luchado tiene la etiqueta de “un todo incluido”, en el que ellos y ellas son y deben ser los más interesados y atentos vigilantes, desde la participación comunitaria responsable y la adecuada administración que garantice la preservación de los recursos naturales que hacen esa zona única. Ese "todo incluido" va más allá del que se usa en la industria hotelera, donde el cliente paga por un conjunto de servicios; este demanda más que la simple acción individual y el trámite que puede hacerse a través de la internet con una tarjeta de crédito: es el compromiso de la participación.
Desde 1996, cuando comenzó todo esto que ahora se perfila como realizable, los pedernalenses han tenido que lidiar con las situaciones más difíciles, enfrentando mafias de poderosos externos que han contado con el apoyo de nativos cautivados por las ventajas individuales que les prometen sacarlos de esa espantosa miseria que afecta a la mayoría en la provincia. En esas tretas han sido protagonistas destacados políticos de todas las tendencias que solo piensan en sus posiciones y posibilidades electorales.
Con menos resonancia, pero sí con superior determinación, están quienes desde una posición diferente han mantenido que esos recursos deben y tienen que ser para beneficio colectivo, que se derramen en cada uno y todos disfruten de los resultados positivos que emanan en una mejor calidad de vida, con servicios adecuados, responsabilidad social, y participación equitativa de los pueblos y municipios, que conforman la provincia “más austral” del país.
Tony Pérez, periodista excelente y pedernalense arraigado, es uno de los que con mayor frecuencia y motivaciones ha batallado para que su lar nativo logre el imprescindible desarrollo que esos recursos pueden facilitar, pero también ha sido de los más persistentes en advertir en la responsabilidad comunitaria para alcanzar el bienestar que cambie la fisonomía de la pobreza que padece el 57 por ciento de esos habitantes. En sus artículos consta ese batallar, y el reconocimiento que hace a la gestión del presidente Luis Abinader, quien se ha empeñado en mostrar que sus promesas electorales pueden ser satisfechas, pese a que por momentos la gestión de las mismas haya provocado dudas.
Tony Pérez y el presidente Abinader tienen una adicional tarea ahora que la adelantada campaña electoral se expande: advertir a los políticos de la zona la desafiante responsabilidad que implica una novedosa actuación que supere la inmediatez y los intereses personales y de grupos, que los candidatos a elegir deben ser los más comprometidos con todo lo que se está haciendo, que es para el bienestar de la región, y que al mandatario quede la satisfacción de “los proyectos concretos y promesas” que son su motivación día a día.
Desde mi vecindad solidaria vislumbro que por fin se están abriendo las esperanzas de un mejor futuro para Pedernales, y aunque tengo cruzados los dedos, estoy presto para unirme al coro de un estruendoso aplauso cuando el presente me deslumbre con las obras y servicios que hagan a los pedernalenses y vecinos regionales sentir nuevas brisas de bienestar y alegría.