TENARES.- Tomar la importante ruta del Corredor Turístico y Ecológico Tenares-Gaspar Hernández, para llegar a la costa norte desde la subregión nordeste, es una maravillosa experiencia que todos disfrutamos al encontrarse nuestros ojos de frente con el paraíso visual jamás imaginado.
Esta importante ruta, de 44.7 kilómetros de longitud, es la vía más expresa a la hora de emprender las rutas que transportan a quienes desde las provincias Duarte y Hermanas Mirabal, deciden transitar por este bello corredor, el cual fue declarado como tal en 1986, mediante una pieza congresual, por el entonces diputado Orlando Rosado, de las filas del Partido Reformista Social Cristiano ( PRSC).
Durante el trayecto, con tres subidas un tanto pronunciadas, como son " La Cuesta de la Amapola", "La subida de las Flores " y la de Joba Arriba, son pendientes que quieráse o no, quienes las suben por primera vez sienten el muy característico cosquilleo del estómago, al creerse presa de esa rara sensación de principiante por la zona.
También, se disfruta de un amplio verdor de diversas tonalidades, siempre en combinación de unas nubes que por momentos el visitante cree que las tocará con las puntas de sus dedos.
Es notorio, al llegar próximo a la comunidad de Las Guamas, ver hacia la izquierda y apreciar los inmensos promontorios que al adentrarse al interior de los mismos, uno hasta podría encontrarse con trozos de caracoles y piedras con diferentes talles que nos hacen sospechar de que en alguna época ya muy remota, estos lugares también fueron parte de la costa norte del país.
Durante sus pasos desde Tenares hacia la Costa Norte o Gaspar Hernández, se cruza por diversas comunidades ubicadas en el trayecto de dicho cinturón: Loma Azul, Los Cacaos, Canete, Blanco Arriba, Joba Arriba, y otros que al apreciarlos, se cree que estar muy próximo a un lugar semejante al paraíso imaginado.