Por Evelyn Irizarri Santos
NUEVA YORK, Estados Unidos. – El de Nueva York, es el distrito escolar más grande de los Estados Unidos, y uno de los que exhibe la mayor mezcla cultural y racial.
Las escuelas, desde el nivel elemental hasta la secundaria, son las que más acogen a estudiantes hijos de padres inmigrantes indocumentados, cuyo estatus migratorio nunca ha sido un impedimento para recibir la enseñanza.
Sin embargo, la política migratoria de la actual administración ha comenzado a afectar de manera directa a las familias inmigrantes, incluso desde el nivel inicial, donde se registra un considerable descenso de la matrícula, atribuido principalmente a los operativos de ICE.
Políticas migratorias
Desde la llegada de Donald Trump al gobierno en enero de este 2025, las ausencias en las aulas comenzaron a notarse.
Sin embargo, la comunidad educativa inició una serie de charlas y conversatorios de apoyo a las familias, dejando claro que las escuelas eran zonas seguras, donde el brazo de ICE no podía llegar.
Aún así, los operativos realizados en las cercanías de los centros educativos terminaron por aterrorizar a los estudiantes de high school o escuelas secundarias que optaron por ausentarse de las aulas y también a los padres de los niños de intermedia y primaria, quienes por temor a ser apresados y deportados, optaron, primero, por quedarse en casa y después dejaron de llevar los niños a las aulas por miedo a encontrarse en el trayecto con algún operativo de los servicios de inmigración.
Manos solidarias
La falta de documentos en esta administración ha sido razón más que suficiente para generar cambios en la forma de vivir de millones de personas.
En diferentes ciudades, cientos de padres dejaron de enviar a sus hijos a la escuela y otros optaban por dejarlos hasta a dos esquinas de sus centros de estudios, en lugares que podrían ser peligrosos.
Esta situación despertó la preocupación de otros padres, quienes se unieron para ayudar y crearon una especie de asociación de padres que apoyan de diversas formas a los indocumentados con hijos en edad escolar.
Una de sus primeras tareas consistía en hacer turnos para recoger a los niños y llevarlos a la escuela o dejarlos y recogerlos en las paradas de autobuses.
Reducción de matrícula
Los efectos de las políticas migratorias se sintieron más durante el proceso de matriculación para el nuevo año escolar. Una reducción considerable en el número de niños que solicitaban cupo, no solo para nuevos estudiantes, sino también para los de reinscripción.
En la escuela secundaria, el número de nuevos alumnos se redujo al punto de que en salones donde regularmente acudían 25 o más estudiantes, a comienzos del nuevo año escolar solo asistían entre 16 y 17 alumnos, aunque con el paso de los días y la garantía de la Junta de Educación y las autoridades de los distritos escolares, la confianza ha regresado y la asistencia a clases, al menos en el nivel secundario, se ha ido normalizando.
En el nivel inicial, de acuerdo con una fuente que trabaja en el equipo de evaluación de los niños de nuevo ingreso, el próximo año se prevé que habrá aulas con menos de 15 alumnos, debido a las pocas solicitudes de ingreso que han recibido.
Esperan que con el paso de los días los padres recobren la confianza y no dejen a sus hijos fuera de las escuelas, algo que también les perjudicaría en sus planes de regularizar su estatus migratorio, y como si fuera poco, los coloca en una situación difícil con consecuencias judiciales por impedir el acceso de un niño a la educación.
Regreso a sus países
La auto deportación juega un papel crucial en el descenso de la matrícula estudiantil. Cientos de personas y familias han decidido regresar a sus países por la dificultad de regularizar su estatus migratorio en la actual administración, además de los cientos que han sido deportados.
En las aulas, es notoria la preocupación de los niños que no están ajenos a la situación. No es extraño escucharlos externar temor a la "migra". Es una dura tarea la de las maestras y el personal docente que tiene que lidiar con unos temores demasiado grandes para personas tan pequeñas.
Apoyo emocional
En los salones de consejería y apoyo emocional, se ha incrementado el número de niños enviados por sus maestras a recibir orientación y apoyo emocional.
La angustia de los niños está afectando su rendimiento y alterando su conducta.
Cada vez más maestras refieren a sus alumnos a consejería y evaluación psicológica.
En los reportes se establece que estos niños se muestran distraídos y ausentes, temerosos, inquietos y con preocupaciones que les impiden asimilar la enseñanza en los salones de clases.
