Por Héctor Linares
El calendario de formulación del Presupuesto General del Estado (PGE) 2026 entró en las etapas definitorias, en las fechas claves, de tocar los aspectos de fondo, para armar el muñeco de las finanzas públicas del próximo año. Todo aparenta desarrollarse en un escenario de igual o mayor incertidumbre que el que rodeó la formulación del Presupuesto actual.
Este martes15 de julio el calendario registraba tres iniciativas esenciales: presentación del informe de avance de las proyecciones macroeconómicas y fiscales, elaboración y remisión de los topes institucionales preliminares de gastos anual y plurianual, y elaboración de los anteproyectos institucionales anuales y plurianuales.
Las previsiones plurianuales apuntan para el 2026 un periodo de altos pagos en intereses y amortización de la deuda, que entre ambos conceptos consolidarían un equivalente a un 6.7 % del PIB.
Como cada año, las fechas son fijas y arrancan desde el 14 de marzo, con la publicación por parte de la Dirección General de Presupuesto (Digepres) del calendario de formulación presupuestaria del año al que corresponda. Para el período 2026, ya han transcurrido 10 de las 22 fechas marcadas en el registro de actividades.
El escenario macroeconómico de ahora es en el fondo similar, en cuanto a las necesidades de financiamiento del PGE, que es el prevaleciente cuando se formulaba el Presupuesto del año en curso. En julio del 2024 estaba en el escenario una reforma fiscal que aportaría entre 2 % y 3 % del producto interno bruto (PIB). Esa reforma, destinada a darle sostenibilidad a las finanzas públicas y disminuir su dependencia del endeudamiento público, fue retirada del Congreso por el Poder Ejecutivo, por las presiones sectoriales recibidas.
Aunque el proyecto de PGE 2025 fue presentado sin calcular el impacto que tendría la abortada reforma, se previó incorporar cualquier ajuste vía el Presupuesto Complementario de este año, lo que cae en el marco legal.
En el ambiente económico-presupuestario para la formulación del PGE 2026 no hay el elemento de una reforma fiscal, porque, aunque se necesita y es perentoria para la economía dominicana, el Gobierno la ha descartado para la presente gestión 2024-2028.
La posibilidad futura de volver sobre el tema no se descarta ni ha desaparecido, y hay aprestos e intenciones legislativas de aplicar aspectos de la fallida reforma fiscal, como son las reducciones y eliminaciones de las leyes de incentivo, las que en forma global impactan las finanzas públicas con un sacrificio equivalente entre 4 % y 5 % del PIB. En la Cámara de Diputados reposa una iniciativa del disputado Rogelio A. Genao para “racionalizar” las exenciones fiscales.
La mitad del monto que las autoridades fiscales calculan y que definen como Gasto Tributario corresponde a la exención de una serie de bienes y servicios del alcance del ITBIS, el más importante gravamen del sistema impositivo dominicano, en términos de recaudación.
A falta de Reforma
En ausencia de la reforma fiscal, el vigente PGE 2025 siguió con una alta dependencia del financiamiento o endeudamiento público y de medidas de eficiencia recaudatoria en las principales agencias recaudadoras del Estado, la DGII y la DGA.
Aunque se ha demostrado en la práctica que la eficiencia ayuda, pero no es suficiente para eliminar el ya estructural déficit fiscal, que ronda el 3.0 % del PIB.
Todavía no se conoce el monto del PGE 2026, pero se asume que en las reuniones realizadas desde este pasado martes 15 de julio, y otras previas a la presentación de la propuesta al Congreso Nacional, antes del 1 de octubre, se presentarán las cifras matrices generales, acordes con las referidas en los presupuestos plurianuales.
Si no hay algún cambio importante, las cifras relativas a monto de ingresos, de gastos, pago de intereses y endeudamiento deberán ser similares a las consignadas en el PGE 2025 y que aparecen desglosadas en el Informe Explicativo y Política Presupuestaria de ese documento, convertido en Ley por el Poder Legislativo.
Cifras preaprobadas
Para el 2026, el Presupuesto Plurianual consigna un gasto global de RD$1,592,596.4 millones, equivalente a un 18 % del PIB proyectado. El monto se divide en RD$1,397.2 millones de gastos corrientes (15.8 % del PIB) y RD$194,720.2 millones, equivalente a un 2.2 % del PIB serían para gastos de capital.
En esa proyección se asume o estima la cifra de RD$323,845.9 millones, equivalentes al 3.7 % del producto interno bruto proyectado, para el pago de los intereses de la deuda pública dominicana. Ese concepto, que es parte de los gastos corrientes, sería la segunda mayor partida de gasto comprometido o innegociable del Presupuesto, solo superada por la destinada a Educación preuniversitaria, que es el 4 % del PIB.
El déficit financiero consignado en el Presupuesto Plurianual para el 2026 es de RD$236,006.0 millones, que representaría un 2.7 % del PIB. Cuando se hicieron las proyecciones se calculó un crecimiento de 4.7 % para el cursante 2025 y un 5.0 para el próximo 2026.
Deuda a contratar y pagar
Los capítulos Fuentes Financieras (deuda a contratar) y Aplicaciones Financieras (deuda a amortizar) tienen sus respectivas partidas proyectadas para el 2026. Son cifras preliminares, proyectadas en base a historial, esencialmente.
En el caso de las fuentes financieras, que estiman la necesidad de financiamiento que se requiere para el tamaño del PGE proyectado para el 2026, el monto es de RD$501,151.7 millones, para una representación del 5.7 % del PIB proyectado.
En pagos de amortización de la deuda se proyectan RD$265,145.7 millones, monto que equivaldría al 3.0 % del PIB.
Entre pago de intereses, comisiones y el principal de la deuda se destinarán en el 2026, según las cifras plurianuales citadas por la Digepres, un el 6.7 % del PIB esperado.
Escenario previo
Cuando se diseñaba el PGE 2025, los precios del petróleo y la tasa de cambio del dólar en el mercado de divisas, dos de los supuestos económicos más importantes, proyectaban cotizaciones en alza, al menos el oro negro. Y la economía en sentido general se movía en un ambiente que parecía limitar la capacidad de aplicar una política fiscal expansiva,
El barril de witi, el crudo de referencia en el PGE dominicano, se calcula en el plurianual en un promedio de US$82.00, pero por los problemas geopolíticos ha estado promediando cercano a los US$70.00, después de varios meses en torno a US$60.00.
En cuanto a la tasa de cambio en el mercado local, la proyección para este 2025 fue de 63.11 y para el 2026 es de RD$65.63 en la proyección original. Actualmente, a más de la mitad del año promedia RD$60.25, un nivel mas bajo que el de cierre del 2024.
Las circunstancias
Para las estimaciones que dieron origen al PGE 2025, en un escenario igual al actual, las autoridades del Ministerio de Hacienda y de la Digepres tomaron en consideración que “las previsiones sobre los ingresos fiscales durante el período 2025-2028 estarán alineadas con el desempeño exhibido por parte de la Administración Tributaria, previendo una presión fiscal promedio del 15.3% del PIB esperado”, pero aclararon que “el éxito de la política de ingresos dependerá de la estabilidad económica del país, el compromiso con las reformas y la capacidad para enfrentar los desafíos internos y externos”.
Destacaron que la política de ingresos comprendía todas las entradas estimadas por concepto de impuestos, tasas, venta de bienes y servicios, donaciones en efectivo o en especie, venta no recurrente de activos físicos, así como cualesquiera otras fuentes de recursos proveniente de actividades propias de un organismo estatal, que originen una modificación del patrimonio, de conformidad con los principios y las normas generales establecido en la Ley Núm. 423-06 sobre Presupuesto General del Estado.
“Adicionalmente, toma en cuenta el impacto fiscal de los tratados de libre comercio vigentes en el país; pero no considera la aprobación de nuevas leyes que establezcan incentivos o exoneraciones tributarias, asimismo, no incluye disposiciones introducidas actualmente ante el Congreso Nacional que podrían generar algún sacrificio fiscal para el 2025”.
Medidas y acciones de la administración tributaria
Para el año 2025, la Administración Tributaria previó implementar nuevas medidas para optimizar la recaudación fiscal y fortalecer el control de las obligaciones tributarias, al mismo tiempo que continuará reforzando aquellas iniciativas que se han venido ejecutando en ejercicios anteriores. Asimismo, las agencias recaudadoras continuarán aplicando de manera coordinada medidas, directrices, procesos y métodos que permitan incrementar las recaudaciones y reducir la elusión y evasión fiscal, el contrabando y otros actos ilícitos.
Se estima que esas opciones o medidas administrativas continuarían en el escenario presupuestario dominicano de cara al 2026.