Rafael Aquiles Rivera Andújar
La XVII Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los BRICS celebrada en Río de Janeiro, Brasil, los días 6 y 7 de julio de 2025, es un evento que se efectúa todos los años en el país que asuma la presidencia pro tempore, que en este caso correspondió a Brasil, donde se discuten temas de tendencia global.
Los BRICS, están integrado por: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, en calidad de fundadores y Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Arabia Saudí e Indonesia como miembros. Además, se encuentran en calidad de Estados asociados: Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Nigeria, Malasia, Tailandia, Uganda, Uzbekistán y Vietnam. Este foro, se fundó y continúa su crecimiento entre las economías correspondientes al Sur Global y como contrapeso del bloque de las principales economías de orden unipolar, representadas por el G-7 (Estados Unidos de América, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unidos, Francia e Italia).
“Los países BRICS, representan no sólo un tercio de la superficie terrestre y casi la mitad de la población mundial, sino también el 40 por ciento de la economía mundial, y el PIB agregado en paridad de poder adquisitivo ya alcanza los 77 billones de dólares, según datos del Fondo Monetario Internacional para 2025» (Presiente Putin).
En este evento de trascendencia global, está contemplado a orientar la discusión en dos enfoques: el primero: en torno a la “paz, seguridad y la reforma de la gobernanza global”, mientras que el segundo está enfocado en discutir temas relacionados con “reforzar el multilateralismo, las relaciones económicas y financieras y la inteligencia artificial”.
En las conclusiones de la declaración conjunta del primer enfoque tenemos:
1.- Solicitar con urgencia la reforma de la Organización de las Naciones Unidas, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; 2.- Condenaron los ataques militares contra la República Islámica de Irán desde el 13 de junio de 2025 y expresaron su profunda preocupación por la posterior escalada de la situación de seguridad en Oriente Medio. Hay que subrayar que, este bloque de países del Sur Global, que luchan por un orden político económico más justo, equitativo y en sentido general multilateral y multicéntrico, en el que muchas personas con sentimiento antiimperialista, ven un romanzo de esperanza, sin embargo, es mucha la cohesión que falta, son varios los países que juegan a las dos bandas, que no están ahí por convencimiento político, sino más bien por conveniencia de corte económico, que no son fiables.
A diferencia del C-7, que todos tienen afinidad política y económica, siguen toda la orientación del hegemón, con un solo campanazo. Uno de estos es el presidente Luis Ignacio Lula Da silva, presidente de Brasil y en consecuencia anfitrión de la cumbre, que llegó al poder con la consigna de unificar a todo el Sur de América, sin embargo, ha sido una decepción para todos los que han soñado con la América Grande. El Lula que hoy gobierna a Brasil, no es el mismo que gobernó ese mismo país el periodo, 2003 -2010. El de hoy es el que ha preferido andar de las manos con la presidenta de Perú, Dina Baluarte, el presidente de Chile, Gabriel Boric, mientras les da la espalda a los gobiernos que resisten y enfrentan de manera frontal al imperio del Norte, como a Nicolás Maduro de Venezuela, Daniel Ortega de Nicaragua, Miguel Díaz Canel, de Cuba, entre otros. Lula todavía no ha reconocido al presidente Maduro, quien ganó las elecciones del 28 de julio de 2024, pidiéndole actas, mientras reconoció sin pérdida de tiempo al presidente de Ecuador Daniel Noboa, en las elecciones más fraudulentas del presente siglo. El mismo que comparte con las principales Monarquías del Golfo Pérsico, entonces con qué argumentos puede darles las espaldas a sus “amigos” que lo han defendido cuando se ha visto en aprieto. El mismo que también, anda realizando ejercicios militares con Estados Unidos, Argentina, Guyana, pero nunca con Venezuela, Cuba y Venezuela. El presidente Lula no es fiable en los BRICS ni en América.