Por Emiliano Reyes Espejo
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El viejo y emblemático sector de San Carlos, otrora pulmón de la cotidianidad popular y escondrijo en el casco urbano de las efervescencias de las juventudes revolucionarias, en el añejo Santo Domingo de los años 60, 70 y 80, tiene ahora todo el potencial para convertirse en una cosmopolita “San Carlos City”.
El milagro de esa transformación se ejecutaría mediante la sustitución de las viejas y arrabalizadas casonas de las añoranzas sancarleñas, con rasgos definidos de los años treinta, por modernas torres avispadas. Las avanzadas edificaciones que se habrán de construir no solo podrán deslumbrar y enriquecer la emblemática zona, sino que, además, servirán para insertar esta barriada en los beneficios del modernismo y el progreso que exhiben las ciudades inteligentes de diferentes partes del mundo.
Este gobierno, o quizá el próximo, y el ayuntamiento del Distrito Nacional tienen la oportunidad de propiciar una mutación profunda del sector San Carlos, así como de otros antiguos barrios de la capital. Con esta iniciativa se daría un salto hacia un rejuvenecimiento y superación del lastre que representa la vieja ciudad.
¿Una “oportunidad de oro” para los gobiernos, el central y el municipal, con este proyecto modelo? Esto propiciará que las autoridades gubernamentales y municipales puedan sentarse junto con el sector privado y, con apoyo de un organismo de financiamiento internacional, planificar una profunda transformación del emblemático y populoso sector de San Carlos, a los fines de convertir esta demarcación del Distrito Nacional en el nuevo “San Carlos City”.
Surge una pregunta: ¿con qué recursos se financiará este eventual y ambicioso proyecto de transformación urbana del sector de San Carlos? Podemos sugerir una alianza tripartita que abarque al Gobierno, al ayuntamiento del Distrito Nacional e inversionistas y desarrolladores urbanos.
¿Hasta 1,000 millones de dólares del BID en préstamos?
Además de recursos del Estado, el ayuntamiento e inversores privados, debemos referir que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acaba de anunciar un fondo de 1,000 millones de dólares para financiamiento a gobiernos locales, en el marco de un nuevo programa dirigido a transformar ciudades en América Latina y el Caribe.
En su más reciente boletín, fechado en Washington y firmado por Janaina Borges De Padua Goulart ([email protected]), el BID informó que ha aprobado la iniciativa “BID para Ciudades y Regiones”, un programa piloto pionero de cinco años que “permitirá a ciudades, estados y regiones elegibles de América Latina y el Caribe acceder a una línea de hasta 1,000 millones de dólares en préstamos de inversión y garantías” del organismo.
“Esta iniciativa brindará a los gobiernos locales acceso directo a financiamiento para infraestructura, desarrollo urbano y prestación de servicios, con el fin de promover un crecimiento sostenible”, precisa.
Sostiene el BID que, además del financiamiento, el programa apunta a fortalecer las capacidades de desarrollo y de solvencia de los gobiernos subnacionales de la región a través de su asistencia técnica complementaria. El presidente del BID, Ilan Goldfajn, destaca que “al proporcionar acceso directo al financiamiento y fortalecer su capacidad institucional, estamos dotando a los gobiernos subnacionales de las herramientas que necesitan para liderar un desarrollo transformador en sus propias comunidades”.
El nuevo programa del BID cuenta, a su vez, con dos subprogramas que incluyen “una ventana de financiamiento de inversiones por 1,000 millones de dólares para que los gobiernos subnacionales elegibles financien proyectos de infraestructura urbana y prestación de servicios” y “un mecanismo técnico para apoyar reformas institucionales, fortalecimiento de capacidades y diseño y preparación de proyectos”.
La propuesta del BID conlleva una fase piloto que busca aprobar alrededor de diez operaciones individuales, en tanto que “los proyectos elegibles, sujetos al cumplimiento de los marcos legales y fiscales nacionales, deberán demostrar un alto impacto en el desarrollo, tener potencial para atraer financiamiento del sector privado y contribuir a mejorar la eficiencia y eficacia de la gobernanza local”.
Igualmente, esta iniciativa “apoyará el financiamiento del sector privado hacia entidades subnacionales que tienen acceso limitado a los mercados de capital”. El BID, como lo afirma su presidente, “busca incentivar el interés de los inversionistas mediante su apoyo continuo, proporcionando asistencia técnica y supervisión durante todo el ciclo de vida del proyecto, garantizando estándares rigurosos, una gestión robusta de riesgos, transparencia y rendición de cuentas”.
Goldfajn expresó: “El BID, aprovechando su larga experiencia con gobiernos locales, aspira a ser verdaderamente un banco de desarrollo enfocado en el sector privado, no solo financiando directamente más proyectos del sector privado a través de BID Invest, sino también fortaleciendo las condiciones para que el sector privado invierta”.
Indagar en el BID
Como se observa, un proyecto de transformación del sector San Carlos de la capital dominicana podría encajar perfectamente con las condiciones exigidas por el BID para su financiamiento. En ese sentido, el Gobierno del presidente Luis Abinader y la alcaldesa del Distrito Nacional, Rosa Carolina Mejía Gómez, deben iniciar las indagatorias de lugar a los fines de asegurar la viabilidad de captar estos recursos del organismo internacional para destinarlos a financiar la transformación del sector capitaleño.
En ese tenor, creemos que la propuesta de transformación del sector San Carlos generará múltiples beneficios al Distrito Nacional y al país, entre los que citamos:
- El embellecimiento de esta zona de Santo Domingo, ciudad primada de América que prepara su infraestructura urbanística, histórica y cultural, servirá para atraer un mayor flujo turístico.
- Dará un mayor valor económico a la tierra y bienes ubicados en esta demarcación.
- Creará muchos empleos durante el proceso de construcción y luego en la nueva ciudad, que tendrá plazas y edificaciones para oficinas públicas.
En esa línea de pensamiento, sugerimos también las siguientes actividades dirigidas a conseguir que se realice el nuevo sector “San Carlos City” en el Distrito Nacional:
- Realizar un estudio maestro que permita al Gobierno, ayuntamiento de la capital y desarrolladores del sector urbano disponer de información de viabilidad de la iniciativa. Crear una comisión que realice este estudio de la posibilidad del proyecto de transformación de San Carlos, lo cual, por supuesto, debe contemplar el tipo de compensación que tendrán los propietarios.
- Que dicha comisión elabore una propuesta para presentar al BID.
La iniciativa no solo conlleva la construcción de megatorres con vista al mar, dotadas de operaciones con inteligencia artificial (IA), sino que también debe contemplar amplias avenidas, plazas para oficinas públicas y comerciales con jardines y áreas verdes, sistema de alimentación eléctrica soterrado, drenajes y parqueos de fácil acceso a la zona.
De hecho, ya en el Gran Santo Domingo se realiza este tipo de iniciativa transformadora, como son los casos del ensanche Ozama, Alma Rosa, etc., en Santo Domingo Este. En estos sectores, desarrolladores urbanos, por cuenta propia y con sus capitales, han estado construyendo torres, pero sin estar soportadas en un master plan de transformación total de esos sectores, como podría ocurrir con San Carlos.
El autor es periodista.