Por Federico Pinales
La expresión contenida en el titular de esta entrega no es propia, pero la estoy usando para referirme a la situación que envuelve al Movimiento periodístico Marcelino Vega (MMV), el más longevo dirigiendo los destinos de los gremios de periodistas y de los trabajadores de la prensa en la República Dominicana.
Por consiguiente, el que más logros puede exhibir y al que más errores se les pueden enrostrar, sobre todo en las administraciones del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
Muchos de esos errores, en su mayoría éticos, nunca han sido judicializados, porque los responsables de llevarlos a los tribunales han preferido buscarles soluciones salomónicas y lavar los trapos sucios dentro de la casa.
Ahora bien, por qué encabezo el artículo diciendo que “del choque sale la luz”, porque los intereses personales y la interminable lucha de poder, defendida por muchos a cualquier precio, ha provocado una nueva división dentro del Marcelino Vega que podría concluir en el derrumbe de muchos altares ubicados en los diferentes bandos.
No solo es criminal el autor material de un hecho. También los son los planificadores y quienes pudiendo evitarlo no lo hicieron.
También la manipulación consciente para inducir a la comisión de un crimen o peor aún para proteger a sus autores, es una acción antiética igualmente condenable.
Algunas de las causas de la actual división del Marcelino Vega, además del deseo desmedido por controlar tanto el movimiento como al CDP, envuelven aspectos éticos morales, que de continuar las cosas como van, saldrán a la luz muy pronto.
A mi humilde entender, eso beneficiará tanto al Colegio de Periodistas como al Sindicato de Trabajadores de la Prensa y a la Sociedad en general, porque de ese proceso saldrán los verdaderos santos y los demonios vestidos de ángeles inmaculados.
Yo no soy inmaculado. Intenté mediar para evitar esa división y no he tomado partido, porque entiendo que es necesaria una exhaustiva depuración que jamás se podrá lograr, entrando en conciliábulo en cada proceso electoral con gente que hace tiempo demostraron, hasta la saciedad, que carecen de los más mínimos escrúpulos para dirigir instituciones como el CDP, pero que se han pasado la vida gravitando dentro de sus cúpulas dirigenciales, con la complicidad oportunista de algunos altares “inmaculados”.
“A la mujer del César no le basta decir que es seria, también tiene que demostrarlo”, dice la leyenda popular.
Buena suerte, que Dios ilumine y bendiga a los mejores y purifique a los peores.
Finalmente yo apoyaré a quienes demuestren en los tribunales que tenían la razón y que estaban actuando de buena fe, en favor de los intereses colectivos, sin importar, credos, ideologías, afiliaciones políticas ni intereses personales particulares.
Buena posición.
Espero en NY se de una depuración. El que entró sin título antes de la ley y el que tiene título sigan siendo miembro. De lo contrario se ponga en lista de pasivos por dos años en lo que presenta un grado nivel College de una institución así no sea Dominicana