spot_img
lunes, junio 30, 2025
spot_img

Las zonas más riesgosas del país en casos de sismos debido a su tipo de suelo

spot_img

Por Octavio Santos

Cuando ocurre un terremoto, las vibraciones que genera —las llamadas “ondas sísmicas”— se mueven a partir de su epicentro. Estas ondas pueden perder fuerza a medida que avanzan, dependiendo del tipo de terreno por donde viajan. Esta “pérdida de fuerza” se conoce como atenuación.

Pero ¿en qué partes de la República Dominicana las ondas sísmicas se atenúan más? ¿Dónde permanecen más intensas? Por primera vez, un estudio científico responde a estas preguntas con un mapa detallado de todo el país.

El trabajo, titulado “Análisis espacial de la atenuación de las ondas sísmicas en la República Dominicana”, fue elaborado por Andrés María Moreta Rosario, investigador del Centro Nacional de Sismología (CNS) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y publicado en junio de 2025.

Este análisis no busca alarmar, sino ofrecer una herramienta para que ingenieros, autoridades y ciudadanos conozcan mejor cómo se comportan los suelos frente a los temblores. Como señala el propio autor:

“Esperamos que los resultados obtenidos con esta investigación puedan ser usados en la gestión de riesgo sísmico, ya que el país carece de este tipo de estudios que caracterizan el suelo independientemente de la fuente sísmica”.

¿Cómo se hizo el estudio?

El equipo del CNS analizó 10,248 eventos sísmicos registrados entre 2010 y 2020, ocurridos dentro del territorio dominicano o en sus proximidades.

Se utilizó como variable el factor de calidad (Q), que mide cuánta energía pierde la onda sísmica mientras se propaga. Un Q bajo indica que la onda pierde mucha fuerza (mayor atenuación); un Q alto, que la onda mantiene más energía (menor atenuación).

El cálculo se realizó con programas especializados como CODAQ y SEISAN. Las frecuencias estudiadas fueron de 1, 3, 5, 7 y 9 Hz, equivalentes a distintos “tipos” de vibración.

¿Qué significa realmente “atenuación”?

El propio investigador lo explica:

“La atenuación se refiere esencialmente a la resistencia que pone el suelo al paso de la onda sísmica. Si el suelo es rígido, la onda pasa más rápido. Si hay muchos sedimentos o suelos blandos, la onda se ralentiza y el suelo vibra durante más tiempo”.

Esto tiene una implicación clave para la seguridad:

“Cuando un terremoto fuerte ocurre en suelos que atenúan más la onda, el suelo se queda vibrando por más tiempo. Eso es más riesgoso para las edificaciones. Si la onda pasa rápido, el riesgo es menor; si la vibración se prolonga, el daño potencial aumenta”.

¿Qué encontraron?

El estudio muestra que buena parte del país presenta baja o media-baja atenuación, es decir, las ondas sísmicas conservan bastante energía mientras se propagan.

Sin embargo, hay diferencias importantes:

  • Barahona y Pedernales son las zonas con mayor atenuación: los suelos ralentizan las ondas sísmicas, haciendo que la vibración se prolongue y aumentando el riesgo para las edificaciones.
  • Distrito Nacional y provincia Santo Domingo tienen la menor atenuación: las ondas sísmicas pasan más rápidamente, lo que representa menor riesgo de vibración prolongada.

El autor detalla:

“En Barahona y Pedernales encontramos que la onda se ralentiza más debido a la presencia de muchos sedimentos. En cambio, en Santo Domingo, la onda sísmica pasa más rápido”.

Cómo se ve en los mapas

El estudio incluye mapas por frecuencia:

  • 1 Hz: atenuación más alta en San Cristóbal; más baja en el Distrito Nacional, Espaillat, Hermanas Mirabal, Monte Cristi y Puerto Plata.
  • 3 Hz: Barahona y Pedernales presentan mayor atenuación, también con alta atenuación se encuentra la provincia Santiago y la cordillera septentrional.
  • 5 Hz: el este del país muestra baja atenuación; el sur y parte del norte, niveles medios y altos.
  • 7 Hz y 9 Hz: el suroeste, especialmente Barahona, sigue mostrando mayor atenuación.

¿Por qué es importante?

La República Dominicana se encuentra en una zona sísmicamente activa, en el límite entre las placas del Caribe y Norteamérica.

El estudio advierte:

“Debido a que la generación de sismos es un proceso permanente y continuo, es de esperarse la ocurrencia de nuevos terremotos”.

Además, muchas ciudades están creciendo en zonas de riesgo:

“El aumento de construcciones en lugares vulnerables, junto a la carencia de regulaciones eficientes para edificaciones y uso del suelo, ha llevado a un alto nivel de riesgo sísmico en el país”.

Conocer cómo se comportan las ondas en cada zona permite:

  • Diseñar edificios más resistentes;
  • Planificar mejor las nuevas construcciones;
  • Preparar a autoridades y población;
  • Mejorar protocolos de emergencia.

Como concluye Moreta Rosario:

“El desarrollo de esta investigación busca relacionar el comportamiento de las ondas sísmicas con las características del subsuelo y su efecto de amplificación. Esperamos que sus resultados sean usados en la gestión de riesgo sísmico”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

spot_img
spot_img

Las más leídas

spot_img
spot_img

Articulos relacionados