spot_img
lunes, agosto 18, 2025
spot_img

Un momento, amor no quita conocimiento

spot_img

Por Federico Pinales

Agradezco infinitamente a los Estados Unidos de Norte América, el hecho de haberme acogido como un ciudadano más y darme la oportunidad de demostrarles, de qué material estamos hechos los dominicanos que hemos venido a este país a aportar y a respetar las leyes del sistema.

Sin embargo, ese nivel de agradecimiento no me impide ver, observar y señalar las falencias del sistema y la soberana hipocresía de muchos de sus funcionarios y de los dos principales partidos que se alternan en el poder cada cuatro años.

Aquí, una cosa es con guitarra y la otra es con violín.

Se destacan persiguiendo y condenando a los narcos de otros países, pero ¿qué pasa con los propios?

¿Con los que reciben las drogas y las distribuyen para envenenar a la población americana?

Se critica y se condena a los países que las producen y les sirven de puentes para su llegada a los Estados Unidos, pero ¿cuántos agentes aduanales americanos están purgando condenas por dejarla entrar?

Se cuestionan las políticas migratorias de otros países, pero son incapaces de poner el ejemplo, en forma justa y humana.

Se cuestionan, se combaten con todo los tipos de medidas represivas a los países con gobiernos dictatoriales”, “violadores de los derechos humanos”, pero por otro lado apoyan y patrocinan a países con gobiernos genocidas y crueles hasta con los niños y ancianos.

Viven declarando a grupos y a organizaciones “terroristas”, mientras les suplen las armas que estos mismos individuos y organizaciones usan para quitarles las vidas a seres humanos de otras naciones.

Incentivan, promueven, financian y suministran armas para derrocar gobiernos legítimamente elegidos por sus pueblos, para luego presentarse como los salvadores de una democracia en la que ellos mismo no creen.

Con esa insolente hipocresía, apoyada y protegida, por la igualmente descarada maquinaria mediática internacional, han mantenido manipulado al mundo entero, durante muchos años.

Lo peor de todo es que aún nos siguen considerando estúpidos y borregos, incapaces de discernir entre el bien y el mal.

Siendo los americanos los responsables de los problemas de media humanidad, siempre tratamos de culpar a otros y lavarnos las manos como Pilatos.

Diciendo todo esto no estoy renunciando a ser ciudadano americano.

Sencillamente es  un humilde llamado a que no debemos seguir tratando  a los demás como imbéciles y tarados. A que reconozcamos nuestros errores y tratemos de corregirlos, por el bien de la humanidad.

Empecemos resolviendo responsablemente el problema haitiano, para evitar las pérdidas de más vidas humanas inocentes y llevar la tranquilidad a dos países vecinos, con culturas e idiomas diferentes, pero que se necesitan mutuamente. 

2 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

spot_img
spot_img

Las más leídas

spot_img
spot_img

Articulos relacionados