Por Federico Pinales
Si su preocupación es fácilmente ascender, conviértase en prostituta del poder, Y verá cómo se hace multimillonario del anochecer al amanecer, con la protección del gobierno del presidente Luis Abinader.
Ese que prometió, desde la oposición, que acabaría con la corrupción y la inmigración ilegal, con los irregulares de la vecina nación, que han invadido no solo a nuestra nación, sino todos los medios de producción, especialmente la agricultura y la construcción.
Para los incautos, es una mera ilusión, el bulto de la “masiva” deportación.
Se trata de una maniobra de manipulación, para calmar a una parte de la población, que se ha dedicado a “joder”, a las estructuras de poder, que en forma de burla y de gracia, sostienen, patrocinan y defienden esta lamentable desgracia, abusando de eso a lo que las prostitutas del poder llaman democracia.
Una llamada “democracia “que no permite la disidencia. Y cuando por presión o simulación la tolera la presidencia, los poderes fácticos pierden la paciencia, ponen en marcha sus maquinarias creativas, para generar leyes represivas, dirigidas a silenciar la prensa alternativa.
Esa prensa alternativa surgida del corazón del pueblo del pueblo irredente sin dolientes, adormecido y manipulado por los pudientes, a través de los mal llamados “medios tradicionales independientes”.
Controlados y dirigidos por empresarios, industriales, políticos y toda suerte de poderosos a quienes no les importa un bledo los intereses del resto de la gente.
Como su objetivo siempre ha sido controlarlo todo, a la prensa alternativa quieren sepultarla en lodo.
Para lograr ese propósito no han guardado siquiera las formas, Y han enfilado los cañones contra esas plataformas.
La peor amenaza para las voces que interpretan y reproducen los sentimientos de las masas, lo constituye el proyecto de ley mordaza, que las prostitutas de los poderes fácticos, en el Congreso Nacional, pretenden pasar de contrabando.
Para silenciar a las plataformas emergentes, e impedir que se exprese la gente.
Esa gente que con sus impuestos mantienen a esos grupos parasitarios, que toda sus vidas han vivido pegados de la teta del erario.
Solapados y protegidos por los políticos, por las descaradas prostitutas del poder, que, por necesidad, conveniencia, temor o chantajes, le han servido y les siguen sirviendo incondicionalmente.
Las plataformas digitales llegaron para quedarse, Y si no quieren que el pueblo se le alce, Más les vale tranquilizarse y retirar ese mamotreto proyecto de ley mordaza, si no quieren probar el verdadero poder de las masas.