Por Santo Salvador Cuevas.
La historia de la humanidad recoge un acontecimiento que enfrentó en plena Guerra Fría a las dos super potencias con mayor poder destructivo en la época, hecho al que se llamó "La Crisis de los Misiles de Cuba", también conocida como crisis de octubre o crisis del Caribe, enfrentamiento diplomático entre los rusos y los gringos.
Fueron 13 días de alta tensión global (16 de octubre 1962- 29 octubre -1962.) Se prendía un fósforo y el planeta tierra ardía por todos lados.
El punto de partida de esa confrontación global que tuvo como epicentro a Cuba, por añadidura a Rusia, y Estados Unidos se originó un año antes, en 1961, cuando en pleno desarrollo de la Guerra Fría el presidente John F. Kennedy, decide instalar en Italia y Turquía misiles con ojivas nucleares apuntando hacia el territorio de la Unión Soviética, lo que fue rechazado de inmediato por el Partido Comunista y su presidente Nikita Jrushchov, llevado ante el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas (ONU), demandando el retiro inmediato de los misiles establecidos por los gringos en esos territorios.
El gobierno de los Estados Unidos estaba envalentonado y opuesto radicalmente a ceder ante el reclamo del Bloque Socialista.
Pero, vaya sorpresa, en el mes de octubre los gringos detectaron en Cuba lo que no esperaban: Un avión espía de las Fuerzas Estadounidenses, cruzaba el cielo de la isla de Cuba y pudieron tomar fotos a una flotilla de misiles con ojivas nucleares, apuntando hacia la Florida.
El grito no se hizo esperar. La Casa Blanca dio un ultimátum a Cuba exigiéndole el retiro inmediato de los misiles del territorio cubano, a lo que el presidente Fidel Castro respondió que Cuba era un país soberano y no cumple órdenes que no emanen de su pueblo y sus autoridades.
La tensión se puso al rojo vivo, todas las naciones del mundo miraban hacia Cuba.
A ese nivel llegó la confrontación diplomática entre las dos super potencias durante 13 largos días, hasta que los representantes de las dos naciones deciden reunirse y buscar una salida al conflicto diplomático más temerario y frontal de la Guerra Fría.
Pero a esa reunión para romper el nudo a este problema en el Caribe, ni Cuba ni sus gobernantes fueron invitados. Al contrario, cuando se anuncia al mundo los resultados, los mayores sorprendidos fueron los gobernantes cubanos.
La reacción indignada de Cuba no se hizo esperar. Fidel Castro llamó al pueblo a concentrarse en la Plaza de la Revolución y ante millares de cubanos, con la prensa internacional presente, advirtió a Nikita y al alto mando soviético que Cuba es un país soberano y solo su pueblo y autoridades tienen capacidad moral y legal para decidir el curso de su propio destino.
Aunque fueron acuerdos secretos entre las potencias, siempre se ha especulado que uno de los puntos acordados era la no injerencia militar, "ni ahora ni después de la Fuerzas Armadas de Norteamérica en la isla de Cuba.
Sesenta y tres años después, en el 2025, representantes del presidente Donald Trump y de Vladimir Putin se reúnen en un salón del Aeropuerto Internacional de Arabia Saudita, donde se ponen de acuerdo para poner fin a la guerra entre Ucrania y Rusia, solo que a dicha reunión no fue invitado el presidente de Ucrania Vladimir Zelenski.
Queda claro, una vez más, que las potencias imperialistas no tienen aliados, ni amigos, ni hermanos…. ¡Tienen intereses!