spot_img
miércoles, marzo 5, 2025

¡Tiburón! ¿Qué haces en la orilla? Contengo las ganas de exclamar tierras raras, ¡húndete!

Por Rafael Méndez 

El director del Servicio Geológico Nacional (SGN), Edwin García Cocco, explicó que la asistencia técnica que brinda Estados Unidos en la exploración fue solicitada por el país a través de la Embajada. Tras arribar a un acuerdo, Estados Unidos envió a miembros del cuerpo técnico del Ejército. “1854. “Dios deposito nuestros recursos naturales en otros países.   

“El 10 de julio de 1851, el secretario de Estado Daniel Webater, ya había explicado la lógica detrás de estas negociaciones: el carbón es un regalo de la Provincia, guardada por el Creador de todas las cosas en las entrañas de Japón para el beneficio de la familia humana…La cantidad de carbón que posee ese país es tan abundante que su gobierno no tiene ningún argumento válido para no proporcionarnos de ese recurso a un precio razonable”. Las Frontera Salvaje, Jorge Majfud.

Pedernales no puede permitirse otra era de expolio y olvido. La defensa del interés nacional y soberano debe ser la prioridad, garantizando que, con la posible explotación de las tierras raras, la riqueza de la tierra se traduzca en desarrollo y bienestar real para sus habitantes. De lo contrario, y parodiando a los Guaraguo con su canto en los tiempo del puntofijismo, exclamaba… petróleo, ¡húndete! Para que no te encuentren quienes lo extraen para el beneficio de los ricos, la burocracia corrompida y de los amos del norte. ¡Tiburón! ¿Qué haces en la orilla? Contengo las ganas de exclamar: tierras raras, de Pedernales, ¡húndete! 

Pedernales: setenta y cinco años después

Pedernales, una provincia rica en recursos naturales y un potencial turístico en proceso de explotación, pero históricamente empobrecida, se encuentra en una encrucijada, que al mismo tiempo es una extordinaria oportunidad para el gran salto.  Durante décadas, la explotación de bauxita por parte de la empresa Alcoa dejó un gran pasivo de miseria, degradación ambiental y abandono. Hoy, frente a la posibilidad de explotar tierras raras y desarrollar el turismo, es imperativo que República Dominicana aprenda de las lecciones del pasado. Pedernales no puede permitirse otra era de expolio y olvido. La defensa del interés nacional y soberano debe ser la prioridad, garantizando que esta vez la riqueza de la tierra se traduzca en desarrollo real para sus habitantes.

La historia de Alcoa en Pedernales es un recordatorio doloroso de lo que ocurre cuando los recursos naturales se explotan sin considerar el bienestar de las comunidades locales. Durante más de 30 años, la empresa extrajo bauxita, que aún sigue siendo la principal fuente de extracción de aluminio en el mundo, pero los beneficios económicos nunca llegaron a la población. 

Lo que quedó fue un territorio empobrecido, con suelos erosionados y comunidades abandonadas a su suerte. Pedernales, a pesar de su riqueza mineral que “entrego” durante 30 años por la empresa estadounidense Alcoa Exploration Company y luego por la empresa Dovemco, de capital dominico-asiático, setenta y cinco años después sigue siendo una de las tres provincias más pobres del país. Esta historia no puede repetirse con la explotación de tierras raras ni con ningún otro recurso natural.

Tierras raras: Una oportunidad que debe manejarse con soberanía y justicia

Las tierras raras, minerales estratégicos para la industria tecnológica y la transición energética global, representan una oportunidad económica significativa para Pedernales y para República Dominicana. Sin embargo, su explotación debe manejarse con absoluta soberanía y transparencia.

No podemos permitir que empresas extranjeras, ni siquiera con el respaldo de potencias como Estados Unidos, se lleven la riqueza sin dejar desarrollo local. El Estado dominicano tiene la responsabilidad de garantizar que los beneficios de estos recursos se queden en el país y se inviertan en las comunidades más necesitadas, pero teniendo como prioridad a Pedernales, que es el dueño y señor de la riqueza. 

La experiencia de Alcoa nos enseña que la explotación de recursos naturales sin un enfoque de desarrollo sostenible sólo genera pobreza y abandono. Por eso, cualquier proyecto relacionado con tierras raras debe incluir la participación de las comunidades locales. Estas deben ser consultadas y beneficiadas directamente, no solo con empleos temporales, sino con inversiones en educación, salud, infraestructura y proyectos de desarrollo a largo plazo. Además, es crucial establecer mecanismos de rendición de cuentas para garantizar que los recursos se utilicen de manera transparente y eficiente.

Lecciones del pasado, compromiso con el futuro

La experiencia de Alcoa en Pedernales nos deja una lección clara: la explotación de recursos naturales sin un enfoque de desarrollo sostenible y justo, solo genera pobreza y abandono. No podemos permitir que esto vuelva a ocurrir con las tierras raras o cualquier otro recurso. El gobierno dominicano, las empresas y la sociedad civil tienen la responsabilidad de garantizar que Pedernales sea un ejemplo de desarrollo justo y sostenible.

Esto implica aprender del pasado, defender la soberanía nacional y asegurar que los beneficios de los recursos naturales se queden en el país. Pedernales no puede seguir siendo sinónimo de pobreza y abandono. Con las tierras raras y el turismo, la provincia tiene la oportunidad de escribir una nueva historia, una historia donde la riqueza de sus suelos y la belleza de sus paisajes se traduzcan en desarrollo, bienestar y esperanza para sus habitantes. Pero esto solo será posible si trabajamos juntos por un futuro más justo y sostenible.

Pedernales merece un futuro mejor

Pedernales no puede seguir esperando. La explotación de tierras raras y el desarrollo del turismo representan una oportunidad única para transformar la provincia y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo, esto solo será posible si defendemos el interés nacional y soberano, aprendemos de los errores del pasado y garantizamos que los beneficios de estos recursos lleguen a quienes más lo necesitan. Pedernales merece un futuro mejor, y es nuestra responsabilidad colectiva hacerlo posible.

El futuro de Pedernales no puede depender únicamente de las decisiones del gobierno o de las empresas. Es un compromiso que debe involucrar a toda la sociedad dominicana. Las universidades, las organizaciones comunitarias, los medios de comunicación y cada ciudadano tienen un papel que desempeñar en la defensa del interés nacional y en la construcción de un desarrollo sostenible. 

Debemos exigir transparencia en los acuerdos, vigilancia en el uso de los recursos y participación en las decisiones que afectan a Pedernales y al país. Solo así podremos asegurar que esta vez la riqueza de la tierra beneficie a quienes más lo necesitan y que Pedernales se convierta en un símbolo de esperanza y progreso para toda República Dominicana.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

spot_img
spot_img

Las más leídas

spot_img
spot_img

Articulos relacionados