Por Héctor Linares
Por la gran atadura del Presupuesto General del Estado con el aspecto deuda pública, la economía dominicana arranca el 2025 como uno de los periodos de mayor reto para su resiliencia o adaptabilidad, por la incertidumbre aumentada del sector externo.
Con el escenario del precio del petróleo en alza y un mercado financiero internacional pendiente de la política económica que aplique el presidente Donald Trump cuando asuma por segunda ocasión la Casa Blanca el próximo día 20, la economía nacional puede que esté ante el mayor desafío de adaptación de los últimos años. El principal instrumento de desarrollo del país, el Presupuesto General del Estado (PGE) en la versión 2025, sigue con una alta dependencia del financiamiento, mayoritariamente externo, que es el más sujeto a las condiciones del mercado financiero internacional.
Para este año, las proyecciones del Gobierno, plasmadas en la primera versión del panorama macroeconómico publicado por el Ministerio e Hacienda en su pagina web, reflejan que para intereses y principal de la deuda pública se destinará el equivalente al 5.0 % del producto interno bruto (PIB).
La mayor proporción, según se consigna en el PGE 2025, corresponde al pago de los intereses, que tiene una asignación de RD$298,486.4 millones, equivalente al 3.7 % del PIB esperado. Para el pago del principal o capital de la deuda, denominado aplicaciones financieras en el argot presupuestario, la asignación es de RD$108,120.5 millones, que representarían el 1.3 por ciento del producto interno bruto. El gasto vinculado con la deuda pública sumará el equivalente al 5.0 del PIB, con lo que superará en un punto porcentual el monto asignado para la educación pública preuniversitaria, que es el equivalente al 4,0% del PIB.
Pero las finanzas públicas dominicanas no solo pagan mucho dinero por el costo de su financiamiento, que es un componente mayoritario del PGE. Para el año en curso se asigna un nivel de financiamiento, registrado en la cuenta fuentes financieras, de RD$350,990.4 millones, cifra equivalente al 4.3 por ciento de la producción nacional esperada del 2025.
Según los supuestos económicos que apoyan las estimaciones del PGE 2025, que fueron hechas en base a estimaciones del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, consensuadas con el Banco Central y el Ministerio de Hacienda, el PIB dominicano alcanzará durante el año el nivel de US$128,279.8 millones, con un aumento de 5.0% con respecto al esperado para el cierre del finalizado 2024, que fue proyectado en US$124,232.9 millones.
Además del componente financiero del PGE, hay otros temas vinculados a las finanzas públicas que se asocian con las condiciones del sector externo, como la cotización del petróleo, que sigue rodeada de alta incertidumbre por los conflictos en el Medio Oriente.
El PGE 2025 fue diseñado con un precio promedio del barril de crudo de US$80.9, ligeramente inferior al nivel tomado para el finalizado 2024, de US$83.00.
La tasa de cambio, otro precio de referencia en las proyecciones económicas, pero que al igual que la cotización del crudo y los combustibles no dependen de factores internos, promediará, según las estimaciones del Ministerio de Hacienda en RD$63.40 por dólar.
La tasa de cambio se vincula estrechamente con el comportamiento de los principales sectores generadores de divisas, como turismo, remesas, exportaciones nacionales y de zonas francas y la inversión extranjera. Son actividades muy dependientes de factores externos, y en gran medida las cuatro tienen una estrecha vinculación con la economía de los Estados Unidos, desde donde procede el 40 % de los visitantes extranjeros, el 80 % de los envíos de dinero (remesas) e importantes flujos de capitales para inversión, además de que hacia ese mercado va dirigida la producción de las zonas francas casi en su totalidad.
Los ojos del mundo y los de la Republica Dominicana, por supuesto, están fijos pendientes de la política económica que aplicará Trump cuando se instale, con las expectativas de que restrinja, con altos aranceles, el ingreso de mercancías a Estados Unidos, y disponga deportaciones masivas de indocumentados. Esas son áreas sensitivas para la economía dominicana, por el tema de las exportaciones y las remesas.
Las estimaciones preliminares indican que el finalizado año 2024 fue bueno en ingresos por divisas de US$43,600 millones, con contribuciones especiales del turismo con US$10,600 millones, las remesas US$11,000 millones, la inversión extranjera directa unos US$4,500 millones y las exportaciones de zonas francas US$8,500 millones. Esos volúmenes permitieron que las reservas internacionales cerraran en diciembre con un balance de US$13,387.6 millones, una cifra que representa una cobertura de 5.1 meses de importaciones del país y equivalentes al 10.8 % del PIB, según las estimaciones del Banco Central. Ese volumen incide en la estabilidad relativa de la tasa de cambio.
También hay interés en saber si Trump se siente cómodo con la política de reducción de tasas de interés iniciada por la Reserva Federal (el Banco Central de los Estados Unidos). En el último año de su gobierno 2016-2020, criticó la política monetaria restrictiva aplicada por la Fed para combatir la inflación. Él era partidario del crecimiento, del consumo y contribuyó con ayudas monetarias federales a las familias.
Previsiones oficiales
Mientras tanto, los diseñadores de políticas económicas por el lado fiscal analizan que dentro del resiliente desempeño de la actividad económica dominicana destacan la incidencia del programa de expansión de liquidez implementado desde 2023 por el Banco Central, de la mano de medidas como una liberación de encaje legal y facilidades de Liquidez Rápida, a pesar de la persistente incertidumbre internacional respecto a los conflictos geopolíticos de Israel–Palestina, así como Rusia – Ucrania.
Refieren también las tasas de interés de Estados Unidos de América, los costes de endeudamiento, precios de las materias primas, entre otras variables que impactan significativamente las proyecciones.
El Ministerio de Hacienda expuso que “la encuesta de expectativas macroeconómicas del BCRD destaca que lo mencionado anteriormente (la política monetaria, la evolución reciente de la inflación y los precios de los commodities) son factores que influirán en la evolución de la inflación en los próximos meses. En cuanto al Producto Interno Bruto (PIB), se espera que su crecimiento se sitúe alrededor 4.6% – 4.9% tanto para el cierre de 2024 como en 2025, impulsado por el desarrollo favorable de la demanda interna, la inversión en la economía dominicana y el reciente desempeño del sector turístico. Por otra parte, se destaca la evolución de la cartera de préstamos del sistema financiero, la cual se incrementó en los primeros meses de 2024 un 20.1%, incentivada por la aceleración del financiamiento del sector privado, que creció un 21.3%, equivalente a un incremento absoluto de RD$296,188 millones. A esta le sigue el turismo, siendo la actividad de servicios con mayor crecimiento en el PIB, exhibiendo una variación relativa de 11% en términos de valor agregado real, impulsado por aumento de pasajeros no residentes al país por las diferentes terminales aéreas y marítimas internacionales”.
