Por Omar Santana
Con un avance del 95% en la obra civil, según informó la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), el proyecto se acerca a su etapa final. Sin embargo, ciertos aspectos relacionados con la infraestructura vial adyacente generan preocupación entre los ciudadanos.
La OPRET comunicó recientemente la culminación del empalme final del viaducto, que conecta las estaciones de esta nueva línea del Metro. Este viaducto, que se extiende a lo largo de 6.3 kilómetros, ha sido diseñado bajo estándares internacionales, garantizando su durabilidad y seguridad.
Actualmente, se están instalando los rieles, postes eléctricos y sistemas de iluminación en las estaciones, mientras que los sistemas de drenaje del túnel de 940 metros ya están prácticamente terminados.
Mientras el Metro avanza hacia su inauguración prevista para el segundo semestre de 2025, los trabajos en la carretera paralela a la autopista Duarte, que complementará la nueva línea del Metro, presentan desafíos importantes. Esta vía, que se extiende desde la entrada de Los Alcarrizos hasta la avenida Isabel Aguiar, enfrenta problemas que afectan tanto la seguridad como la comodidad de los conductores.
Por las noches, muchos tramos carecen de iluminación adecuada, lo que aumenta los riesgos para conductores y peatones. Además, en varios puntos, la carretera presenta condiciones precarias, con vías sin asfaltar, escombros y grandes hoyos. Esto ha obligado a los residentes de la margen oeste de la obra a utilizar rutas inacabadas y peligrosas, sin alternativas viables.
En el cruce con la autopista Duarte, en dirección norte-sur, los conductores se ven forzados a utilizar esta vía inacabada, que desemboca en el estacionamiento de Plaza Lama, causando molestias tanto a los usuarios como a los propietarios de los negocios cercanos.
Lo mismo ocurre con la estación Propagas que se encuentra a la altura del Kilómetro 10 de la autopista Duarte. Actualmente la circulación de esa carretera surca el interior del negocio. Asimismo, se interrumpe con una subestación eléctrica próxima que evidentemente deberá ser trasladada para posibilitar el avance de la obra.
Problemas de diseño y planificación
Otro aspecto preocupante es la falta de uniformidad en el diseño de la carretera marginal. Próximo a la entrada de Los Alcarrizos es notable su utilidad, porque desvía una parte importante del tráfico que anteriormente salía de golpe a la autopista. Sin embargo, en algunos tramos, la vía se ensancha o se estrecha sin indicación previa, lo que en un futuro podría generar accidentes de tránsito, toda vez que comparte espacio con las columnas que sostienen el Metro.
Por ahora, en las partes donde está más avanzada esta carretera ha sido separada de la autopista Duarte con una pared, pero hay tramos donde las columnas del viaducto del Metro limitan el ancho de la carretera.
Todavía no queda claro si el uso que se le dará a esta marginal será de dos carriles en sentidos opuestos o de dos carriles en una sola dirección, pero lo cierto es que como está siendo distribuida, no está claro el uso que tendrá.