Por Héctor Linares
El reposo por más de un mes del proyecto de Presupuesto General del Estado (PGE) 2025 apunta que la pieza será objeto de cambios estructurales previo a su aprobación por el Congreso Nacional.
El retiro que hizo el Poder Ejecutivo del proyecto de Modernización Fiscal (reforma fiscal) que había enviado al Congreso Nacional dejó el panorama de las finanzas públicas del próximo año en incertidumbre.
Aunque el proyecto de PGE 2025 fue diseñado y presentado sin ningún vínculo aparente con la propuesta de reforma fiscal que se envió posteriormente, las explicaciones oficiales parecen indicar que sí existían conexiones.
Después que retiró el proyecto de Modernización
Fiscal, el Gobierno dijo que para realizar algunos proyectos de inversión pública previstos para el próximo año se necesitaría hacer ajustes en los gastos contemplados para el 2025.
La abortada la reforma fiscal aportaría a las finanzas públicas un estimado de 1.5 % del producto interno bruto (PIB) del 2025, que serían unos RD$122,400 millones. Del monto estimado, RD$35,272 millones serían invertidos en obras de transporte público. En el listado de proyectos de inversión pública cuya financiación deberá buscar el Poder Ejecutivo hay menciones para el Monorriel de Santiago, el Metro de Santo Domingo y el Tren Metropolitano de Santo Domingo.
Al producirse el retiro del proyecto de modernización fiscal, por falta de consenso, el financiamiento de las obras que estaban atadas a la reforma deberá procurarse en otras áreas, sean transferencias de capítulos asignados o créditos internos o externos.
La retirada propuesta de reforma fiscal llegó al Congreso Nacional posterior al depósito del proyecto de PGE 2025, y fue asumida con mayor prioridad por el Congreso Nacional, que convocó a vistas públicas que generaron las críticas que provocaron que el Gobierno retirara la iniciativa.
En el tiempo que estuvo en debate la reforma fiscal, el tema del PGE 2025 quedó en pausa, relegado, como si los legisladores estuvieran esperado la aprobación de la reforma y sus nuevos aportes fiscales, para entonces proceder con lo que se entiende es el principal instrumento de desarrollo del país: el Presupuesto Nacional.
La pasividad del Congreso Nacional frente al proyecto de PGE 2025, que le llegó dentro de los límites legales previstos (a más tardar el 1 de octubre) se ha mantenido dos semanas después del retiro del proyecto de reforma fiscal.
Se cree que esa pasividad podría obedecer a que el Congreso estaría esperando a ver qué decisión tomará el Gobierno al respecto, tomando en consideración que ya no contará para el 2025 con el estimado de ingresos que aportaría la reforma, los que aunque no están literalmente plasmados en el proyecto, de haber sido aprobados entrarían a las arcas y solo habría que darle el formalismo de incorporarlos, sea con una adenda o en el presupuesto complementario que siempre se presenta en el segundo semestre de cada ano.
Como el proyecto de PGE no hace referencia a ingresos por nuevos impuestos ni aumentos de tasas, el Ministerio de Hacienda (HM), responsable del diseño del Presupuesto, explicó en su momento que la idea era incorporar los ingresos que produjera la reforma por cualquiera de las modalidades que existen para adherirlos.
En los actuales momentos, con aproximadamente un mes y dos semanas de apoderado el Congreso del PGE, llama la atención la atención con que se maneja el tema en la instancia legislativa.
Las autoridades fiscales solo han hablado de ajustes para compensar los ingresos que habían sido estimados como aporte de la reforma fiscal fallida.
La propuesta original
El monto consolidado del proyecto de PGE 2025 aun inmóvil en el Congreso es un billón 592,355.12 millones, de los cuales 350,990.39 millones serían de financiamiento.
El nivel de gastos reales asignado es de un billón 484,234.61 millones de pesos, y los restantes 108,120.51 millones de pesos corresponden a pagos del principal (amortización de la deuda pública) previstos para el próximo año.
Los ingresos estimados por el MH para el 2025, sin incluir las proyecciones de la fallida reforma fiscal, son de RD$11,240,428 millones de ingresos corrientes y RD$936,39 millones de ingresos de capital.
El resultado proyectado del proyecto de PGE 2025 tiene un déficit fiscal original de RD$240,828.38 millones.
El artículo 69 del proyecto de presupuesto autoriza al Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Hacienda, a concertar operaciones de crédito público, de apoyo presupuestario, por US$1,500 millones, o su equivalente en moneda nacional.
Y el articulo 71 autoriza gestionar financiamiento externo para 38 proyectos de inversión pública, incluido un financiamiento de US$239.90 millones para la construcción de la verja perimetral inteligente en la frontera con Haití y US$500 millones para la construcción del Tren Metropolitano de Santo Domingo, provincia Santo Domingo, proyecto a ser ejecutado por el Ministerio de la Presidencia a través del Fideicomiso para el desarrollo del Sistema de Transporte Masivo de la República Dominicana. El crédito deberá ser negociado con la banca internacional, “a una tasa de interés y comisiones compatibles con las vigentes en el mercado para la República Dominicana y con un plazo mínimo de 7 años”.
