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jueves, enero 2, 2025

Chávez, su entorno y Yo 3 de 5 En la dirección de la campaña

Rafael Céspedes Morillo

Las rondas de entrevistas continuaron por varios días, algunas de ellas fuera de la oficina. Cabe destacar dos de ellas: una con Juan Barreto, periodista y muy cercano al Comandante, pero que observaba un comportamiento con faltas de responsabilidad, aunque con muy buen nivel y experiencia, y por ello obvié lo de su faltas y lo seleccioné, decisión que más adelante ambos pagaríamos con situaciones no muy agradables, de las quehablaré luego. 

La segunda fue cuando veíamos fílmicas y producciones para seleccionar la productora que nos acompañaría. Vimos unas tres o cuatro y al final preseleccioné dos. 

En una de esas presentaciones me acompañó el Comandante. Chequeamos las proyecciones, hice algunas preguntas y al final el comandante me preguntó si tenía algo que opinar. Le dije que no.

Tras esto, di las gracias a las dos personas que habían hecho la presentación y les informé que en unos días les daríamos el resultado sobre si habían sido seleccionados o no.

En ese momento no comprendí el porqué de la sonrisita de uno de ellos, cosa que sabría unos meses después. Cuando se marcharon, le dije al Comandante que era amateur y no tenía la calidad que necesitábamos, por lo que me inclinaba a usar a Pablo De La Barra, productor de muy alta calidad y cuyos precios se ajustaban al mercado. “Esa decisión es tuya”, dijo Chávez. 

Al final de la semana tenía un grupo, aun incompleto, pero con lo básico para comenzar a funcionar. Utilizábamos el salón de reuniones de la empresa donde ya dije que me habían instalado, donde unas dos semanas después comencé a tener algunos problemas, porque el propietario a veces entraba a mi oficina sin anunciarse. Sin importar con quien yo tuviera reunido, entraba, se sentaba y punto.

En una oportunidad, tras hacer lo mismo, se atrevió decirme: “Te voy a decir qué es lo que tú debes hacer.” Lo escuché y, al terminar, le respondí simplemente dándole las gracias.

Procuré verme con el Comandante y le expliqué lo que estaba ocurriendo, cosa que me hacía difícil trabajar. Chávez me dijo: “Recoge y te vas para mi oficina.” 

Tras esto llamó a Andrade, el jefe de seguridad de turno y le ordenó qué hacer. Ese día cambié de oficina; me entregaron una llave del local cuasi secreto donde el Comandante despachaba. Allí no se podía visitar si no era por invitación.Teníamos oficina solo él y yo.

Una semana después, allí trabajábamos cuatro personas fijas: el Comandante y su secretaria, mi secretaria y yo. Los demás entraban por invitación, salvo los de seguridad que estuviesen de servicio.

El equipo de dirección de la campaña quedó integrado como sigue: Rafael Céspedes, director; Maripili Hernández, encargada del área de televisión; Juan Barreto, encargado del área de prensa; Gustavo Méndez, encargado del área de investigación y medición; Publicitaria Triple A, encargada de diseños, pautas y monitoreos, y Pablo de la Barra productor. 

Al margen de estas personas yo contaba con ayuda en otras áreas, pero desde afuera, como eran los casos de: Tinoco y Julio, este último luego fue embajador en República dominicana, lugar donde nos conocimos, porque nunca nos vivimos personalmente en la campaña. 

Desgraciadamente, hace unos años murió. Con Tinoco Merideño, quien aún anda por ahí, mantuve buenas relaciones por largos años, aunque hace mucho que no tengo noticias de él. 

Los trabajos diseñados a partir de la aprobación de la estrategia comenzaron, y, a pesar de lo poco que hacíamos entonces, casi de inmediato se vieron frutos positivos, pues en esa parte la estrategia contemplaba mantener una imagen viva del Comandante, pero las investigaciones sugerían que había que construir una mejor imagen del candidato y le dedicamos más tiempo a eso que había que vender. 

Lo que entonces yo hacía no se veía, de ahí me gané el mote de ‘’Jarrón Chino’’ queriendo decir que tenían algo muy costoso, pero que no sabían qué hacer con él, porque no tenía valor de uso.

 Mes y medio después, al ‘’Jarrón Chino’’ lo aplaudirían, lo que explicaré en el próximo artículo. 

Rafael Céspedes Morillo
Rafael Céspedes Morillo
Rafael Céspedes

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