martes, octubre 22, 2024

El ocaso del PLD: Expulsiones y renuncias que profundizan su crisis y ponen en jaque mate su futuro

Por Nelson Cuevas Medina

Los partidos políticos que no gestionan adecuadamente sus crisis internas corren el riesgo de debilitarse y perder su conexión con el electorado. Este es el caso del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), organización que fuera una de las organizaciones más influyentes en la política dominicana, hoy enfrenta una crisis existencial, la más grave de su historia reciente, lo que le ha quitado su relevancia como opción política.

Históricamente, el PLD ha sorteado divisiones internas y la salida de dirigentes claves. No obstante, en los últimos años, se ha evidenciado una ruptura más profunda con la renuncia de líderes como el expresidente Leonel Fernández, quien formó la Fuerza del Pueblo, y Julio César Valentín, quien fundó Justicia Social. Estas renuncias marcaron el inicio de un proceso de fragmentación que la dirigencia actual no ha sabido frenar. Los responsables enquistados en el Comité Político, aún no reconocen su error, más lo agudizan.

Durante la era de Juan Bosch, fundador y líder indiscutido del PLD, las expulsiones eran vistas como un mecanismo necesario para preservar la disciplina partidaria y garantizar la cohesión interna. Bosch entendía que la unidad era clave para mantener la fortaleza ideológica del partido. 

Sin embargo, la situación actual es muy distinta. El liderazgo de Danilo Medina ha sido señalado por su resistencia a la renovación y por imponer sanciones en lugar de aceptar sus errores y su inhabilitación constitucional para ser nuevamente candidato presidencial. El resentimiento lo lleva al incumplimiento de lo pactado.

Las derrotas electorales en 2020 y 2024, revelaron la desconexión entre el partido y las demandas de la sociedad. Lejos de ser un simple accidente electoral, estos fracasos reflejan el desgaste de un liderazgo que se ha mostrado reticente a abrirse a nuevas voces y a ceder espacios de poder. Este descontento se ha intensificado, y muchos en las bases y en la dirigencia del PLD, exigen un cambio que responda a las exigencias sociales actuales, especialmente una mayor inclusión de los jóvenes.

A pesar de adelantar su X Congreso con la intención de apaciguar las tensiones internas, con una supuesta renovación, las decisiones tomadas sólo han profundizado las divisiones. La reciente expulsión de Carlos Amarante Baret, un dirigente histórico, ejemplifica la tendencia del liderazgo actual a sofocar cualquier tipo de disidencia. 

Amarante Baret, quien ocupó cargos claves en los gobiernos del PLD, fue expulsado de por vida y de manera deshonrosa en medio de una plenaria de su X Congreso, un hecho que refleja el giro autoritario de la cúpula. El calificativo "deshonrosa", denota el odio que embarga a quienes ven desvanecer su liderazgo.

Su expulsión, aunque oficialmente se atribuye a "razones políticas", es vista por muchos como una represalia por su apoyo, -junto a otros dirigentes, – a la decisión del Danilo Medina de no presentarse nuevamente a la presidencia del partido. Otros sostienen además que la medida fue influenciada por altos dirigentes, reflejando un conflicto de poder en el seno del Comité Político.

Esta medida no soluciona el problema de fondo: la necesidad de una renovación interna. Más bien, aumenta la percepción de que la dirigencia del PLD está más enfocada en preservarse en el Comité Político y sus intereses particulares que en adaptarse a las nuevas realidades que ha de afrontar.

En respuesta a la expulsión de Amarante Baret, Domingo Contreras, excandidato a la alcaldía del Distrito Nacional, presentó su renuncia. Este gesto de solidaridad con Amarante Baret y su rechazo a la dirección del partido, han sido seguidos por otros miembros del Comité Central. Las renuncias de figuras claves del partido no sólo revelan el nivel de crisis interna, sino que sugieren una fractura que podría ser irreversible. La avalancha continuará.

Este ciclo de expulsiones y renuncias no solo debilitan aún más al PLD, sino que también podría alterar profundamente el panorama político dominicano. A medida que surgen nuevos movimientos desde sus filas, el legado de Juan Bosch se ve comprometido y el sistema democrático del país podría verse sacudido.

Detrás de esta crisis, hay un factor que muchos reconocen; pero pocos se atreven a confrontar públicamente: el resentimiento, y el rencor latente en el presidente del partido. La cúpula, cómplice, por una lealtad que igual debieron tener a otro; pero que, en lugar de abrir espacios para una transición democrática y ordenada dentro del PLD, luego de sus últimos fracasos, han optado por una estrategia de resistencia, que ha llevado a ese partido a una desestabilización interna y a una pérdida de identidad, que no recuperarán jamás.

Si el PLD no reconoce la urgencia de una renovación profunda, corre el riesgo de quedar como una sombra de lo que alguna vez fue. No sólo podría perder su relevancia, sino también destruir los principios que lo convirtieron en una fuerza política dominante.

 

Nelson Cuevas
Nelson Cuevas
Periodista - Dirigente comunitario. Lic. en Educación, Lic. en Derecho, con Maestría en Derecho Civil y Procesal Civil Contemporáneo. Con estudios en Manejo de Areas Silvestrea y Areas Protegidas, en la Universidad Estatal de Colorado, EE.UU.

3 COMENTARIOS

  1. Formidable análisis del compañero Nelson Cuevas.
    El desenganche y las caídas desde las alturas y una clara pérdida en el apoyo de esa gran masa al PLD, "las estadísticas electorales, lo prueban".
    Por ejemplo:
    El las elecciones de 2016, Danilo Medina, gana las elecciones con 62%, cuando impuso al Penco, éste pierde las elecciones, con un 37.4% y en éste último certámen, Abel Martínez, queda en un lejano 3er, lugar con un pirrico 10. 2%, .
    Todo lo dicho anteriormente y éstos datos de caída libre, nos llevas a pensar, que Danilo Medina, con ese desenganche y caída, "él, Danilo Medina Sánchez, debió ya DIMITIR, no solo como presidente de esa organización, sino, también, irse de retiro a su casa".

  2. Buen articulo compañero,si tienes un tanque de agua de cualquier tamaño y a cada rato le sacas un vasito llega el tiempo que se acaba,o como tener un quebrado 8 sobre 8 y lo simplificar octava 0( cero) y octava cero,o como dice el torito "" Se murioooooo"" ojalá los compañeros del viejo PLD lo comprendan especialmente Danilo,a quienes muchos le dicen Dañino medina.

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