martes, octubre 22, 2024

La huida de Edmundo González Urrutia: ¿Cobardía o estrategia en la lucha por la democracia en Venezuela?

Por Nelson Cuevas Medina

A pesar de la validación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, sobre los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), que otorgaron la victoria a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio, la situación en el país sigue siendo extremadamente tensa.

El ambiente político se ha polarizado aún más, debido a las disputas internas como a las presiones internacionales, lo que ha llevado a ambos bandos a implementar estrategias políticas y comunicacionales, en la búsqueda de sus objetivos.

Gran parte de la comunidad internacional ha expresado su apoyo a la oposición, exigiendo el respeto a lo que consideran la verdadera voluntad del pueblo, que supuestamente favoreció al candidato opositor, Edmundo González Urrutia. 

Sin embargo, otros países han respaldado los resultados oficiales dados por el CNE y ratificados por el TSJ, lo que ha generado una mayor división. 

Este conflicto ha atraído la atención mundial, relegando otras crisis, como las de Rusia y Ucrania, Israel y Palestina y al menos en esta parte del mundo, la situación en Haití, a un segundo plano.

En este contexto de profunda polarización, la integridad, responsabilidad y lealtad se vuelven valores esenciales para los líderes políticos. 

Tanto Nicolás Maduro como Edmundo González Urrutia, deben actuar con rectitud, respetando los principios democráticos, independientemente de los resultados que les sean favorables o adversos. 

¿Cómo describir el Rol de Nicolás Maduro y la salida de Edmundo González Urrutia?

Nicolás Maduro ha logrado consolidar su poder con el respaldo de las Fuerzas Armadas y el control de todos los poderes del Estado. 

Luce desafiante hacia la oposición y sobre todo hacia los presidentes de aquellos países y organizaciones internacionales que no le han reconocido.  

Recientemente ha expulsado de Venezuela a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Un organismo apéndice de la ONU. Ya antes había suspendido relaciones con casi una decena de países.

Por otro lado, González Urrutia, ha optado por salir de Venezuela, obteniendo asilo en España. 

Esta decisión, ha sido criticada por muchos, por cuanto entienden que la misma refleja una falta de valentía y compromiso con la lucha democrática en su país, que dice defender.

Los chavistas le acusan de "títere y cobarde" ante su negativa de acudir, primero, a las citaciones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y luego a las del Fiscal. 

Su asilo fuera de Venezuela ha reforzado las críticas en ese sentido.

El filósofo griego Platón, advertía sobre los peligros de la cobardía en el liderazgo, señalando que, "el verdadero valor consiste en hacer lo que es correcto, no lo que es fácil".

Esta reflexión parece aplicable a la conducta de González Urrutia, cuya huida también ha sido vista por muchos como un acto de temor que priorizó su seguridad personal y de su familia, por encima del bienestar democrático de Venezuela.

Es que, la lealtad y el compromiso con la verdad, juegan un papel importante en la presente crisis.

La lealtad a los principios democráticos y a la verdad es esencial en tiempos de adversidad. 

Al respecto, traemos a colación la frase de Franklin D. Roosevelt, ex presidente de los Estados Unidos, que dijo: "Lo único que debemos temer es al miedo mismo". 

Este mensaje resuena en el caso de Edmundo González Urrutia, quien, al optar por el asilo político, parece haber renunciado a la oportunidad de confrontar al gobierno y defender los intereses de su pueblo.

Aunque la oposición venezolana argumenta que, las acusaciones contra González eran parte de una táctica gubernamental para silenciar voces disidentes, su decisión de abandonar el país deja un vacío en el liderazgo opositor, especialmente en un momento en que se necesitaban figuras firmes y decididas para desafiar al gobierno de Maduro. 

Los más fervientes opositores al gobierno venezolano se encuentran actualmente en el extranjero, con un notable número de ellos refugiados en España. Esta situación plantea interrogantes. ¿Cuál es el futuro de la oposición y su capacidad para influir en los acontecimientos dentro de Venezuela?

Eso tiene múltiples efectos en la dinámica política trazada por la oposición. El “exilio" y ocultamiento de los opositores puede debilitar la resistencia interna al gobierno, ya que la falta de liderazgo visible dentro de Venezuela podría desmotivar a los ciudadanos que buscan un cambio, y seguir provocando la migración masiva de ese país.

En todo este proceso, María Corina Machado ha tenido una gran influencia. Su liderazgo y valentía son innegables.

Es importante recordar que, aunque González Urrutia fue el candidato opositor, el liderazgo opositor lo ejerció María Corina Machado. Sin embargo, ella fue inhabilitada para participar en las elecciones por decisión del TSJ. 

A pesar de las movilizaciones masivas que ha organizado en contra de los resultados electorales dados por el CNE, Machado también se ha mantenido en la clandestinidad, dejando a la oposición venezolana sin un líder visible en un momento crítico.

María Corina Machado, pese a participar en las manifestaciones, lo hace amparada bajo la sombra de las multitudes, a las que se integra bajo estrictas medidas de seguridad, de la misma manera, igual retorna a su "escondite".  Desde ese escenario, el gobierno no puede inventar con ella. 

De todo lo que acontece en Venezuela, ¿cuál es el legado de Edmundo González Urrutia?

La decisión de González de buscar asilo político plantea interrogantes sobre su valentía y compromiso con la lucha democrática en un momento crítico para su país.  Ha dejado a muchos preguntándose: ¿su salida fue un acto de cobardía o una estrategia de supervivencia política?  

Su salida da lugar a interpretarse como una medida de protección personal ante lo que él considera un régimen represivo. Sin embargo, también puede ser vista como un acto de cobardía que refleja el miedo a enfrentar las consecuencias de su oposición.

 Aristóteles, se adelantó a su actitud cuando expresó que, "el valor es la virtud que permite enfrentar el miedo". 

En este caso, la historia juzgará si la decisión de González fue un acto de prudencia o una abdicación de su responsabilidad como líder opositor en Venezuela.

El futuro de la democracia en Venezuela dependerá de la capacidad de sus líderes para actuar con coraje y lealtad hacia su pueblo, incluso frente a las adversidades más difíciles.   

Lamentablemente, no es lo que se observa. El miedo y la cobardía, no les llevará a ningún lado, y el pueblo que les sigue terminará desconociéndoles y "tomará las de Villadiego".

 

Nelson Cuevas
Nelson Cuevas
Periodista - Dirigente comunitario. Lic. en Educación, Lic. en Derecho, con Maestría en Derecho Civil y Procesal Civil Contemporáneo. Con estudios en Manejo de Areas Silvestrea y Areas Protegidas, en la Universidad Estatal de Colorado, EE.UU.

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