Lito Santana
Maravillado con los trabajos de construcción del túnel, elevado o paso a desnivel que realiza el Gobierno dominicano en la intersección de las avenidas Isabel Aguiar con 27 de Febrero, pasa desapercibida la situación que viven varias personas abandonadas en ese lugar.
El cuadro no puede ser más deprimente.
Es duro ver a varias personas durmiendo en las aceras, a tal punto que los transeúntes tienen que esquivarlos o saltar por encima para no pisotearlas.
Y uno se pregunta ¿no habrá alguna institución estatal que pueda tratar este tema y buscarle soluciones?
No se ha dicho el presupuesto que se gastará en estos trabajos viales en “Pintura”, pero el costo debe andar por los cientos de millones de pesos y al concluir la obra será algo esplendoroso que llenará de orgullo a los dominicanos, sobre todo a quienes transitan por este lugar, puerta de la región sur y la prolongación hacia el Oeste de la avenida 27 de febrero.
Este contraste lastimoso debe ser superado.
Se justificaría esta situación por la enfermedad mental de estos hombres y mujeres o por la pobreza de sus familiares.
Pero el Estado, que maneja tantos recursos como para construir esta mega obra, debe tener “algún menudito” para rescatar a estas personas y facilitarles un sistema de vida con algún nivel de decencia.
¿Será posible?