lunes, septiembre 16, 2024

1997: mi retorno a Santo Domingo desde NY; Director de Revistas y Suplementos de El Siglo

Por Melton Pineda Féliz

Tras el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ganar las elecciones, en 1996, encabezado por el presidente, doctor Leonel Fernández Reyna y el vicepresidente Jaime David Fernández Mirabal, decidí establecerme por segunda vez en New York, para acompañar y proteger a mi familia y a mi hija Maricarly Gisselle Pineda Medina, hoy graduada de médico.

Estas elecciones fueron ganadas por el PLD en una alianza con el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), que se denominó Frente Patriótico, que buscaba cerrarle el paso al entonces candidato y líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez.

No analizaré los motivos de la formación de este Frente Patriótico, que el pueblo dominicano lo bautizó con el nombre de Frente Diabólico.

Fijé residencia en la avenida Broadway esquina 167, en Alto Manhattan, N.Y. y luego obtuve en pocos días un amplio apartamento en la avenida  Dyckman casi esquina Broadway.

De inmediato, logré rentar el restaurant La Familia en la avenida. Broadway casi esquina 207 de Washington Heights, una zona predominantemente poblada por dominicanos. El mismo lo manejaba la familia de mi esposa Ana Medina, su madre María Medina, que por segunda vez asumía el control de la cocina, y su esposo Héctor Belisario Medina.

Nuestros dos niños, Maricarly Giselle y Melton Junior Pineda Medina, hoy arquitecto, asistían a la escuela pública del sector.

En esa estadía nos nació el hijo menor, Donald Cornelio Pineda Medina, quien estudia economía Internacional del Bit Coint. 

Con este equipo de pura confianza logramos subir la clientela del negocio.

En horas de la mañana nos dedicábamos a vender panes de todos los tamaños, especialmente teleras, en las bodegas de dominicanos de la zona.

En esa labor permanecimos más de un año, ya en l997. Recibo la llamada de un gran amigo de infancia y colega Osvaldo Santana y Santana.

Este había sido designado como director ejecutivo del periódico El Siglo, y me invitaba a retornar al país y dirigir el departamento de Revistas y Suplementos de ese diario.

“Mira Melton, ven para acá, aunque te vaya bien allá, aquí te va a ir mejor, no me pregunte, yo te conozco de tu formación y hombre de negocios, ven para acá, vende todo y te espero en dos semanas. No me preguntes, has lo que te digo, ven para acá que no te va a arrepentir,” me el director de El Siglo.

Como una orden, a pie juntilla, en la noche, cuando llegamos al apartamento, esperé a mi esposa Luchy, que llegaba a las 10:00 p.m., porque trabajaba en New Jersey.

Le planteé el caso y aprobamos transferir el restaurant “La Familia” a un amigo de Villa Jaragua, que tenía una bodega al otro lado de la calle.

 Pactamos el negocio. Nos ganamos unos dólares en la nueva negociación y decidimos retornar a República Dominicana junto a la familia.

Tal como me había pronosticado el colega Osvaldo Santana, nos fue muy bien con la designación.

En estas nuevas funciones de ejecutivo de uno de los más importantes diarios del país, desarrollé el departamento de Revistas y Suplementos, incluyendo la famosa Revista Viu, una publicación de élite de la sociedad dominicana.

Además, publicábamos una importante revista llamada “Aplausos”, que con la orientación del colega José Tejada y la ayuda en ventas de la más carismática colega de la farándula y el espectáculo Zoila Puello (El Espíritu), que en ocasiones, que contribuía extraordinariamente en la venta de publicidad.

En ocasiones la situación de progreso crea problemas en todos los ambientes y yo no fui la excepción.

Con la orientación del director ejecutivo del diario  Osvaldo Santana, creado ese departamento y en pleno desarrollo, firmé desde el comienzo un sueldo bastante alto para la época, y una ganancia del 10 por ciento de la factura cobrada de las revistas y un 15 por ciento de la publicidad que gestionaba directamente.

Impulsé 26 publicaciones y desarrollamos suplementos  por días conmemorativos, y fiestas patronales en las principales provincias del país.

Entre las publicaciones estaba el Suplemento Zona Oriental, que desarrolló trabajos importantes de profundidad que motivaron la decisión de la división del mercadeo de la capital en Zonas y Municipios; también el suplemento Aeropuerto, cuya encargada era la señora Yolanda Tapia, esposa del colega fallecido Leandro Cepeda.

Fue una muy hermosa y exitosa experiencia en el diario El Siglo, que fue una referencia en el periodismo del país. En mi caso, constituyó una oportunidad para restablecerme en la comunicación y desde ahí emprendería nuevos planes.

 

Melton Pineda
Melton Pineda
Periodista

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