viernes, abril 19, 2024

¿Y ahora, hacia dónde van las luchas sociales?

Un terremoto social está sacudiendo todo el territorio nacional.

Las distintas regiones vienen siendo estremecidas por las más diversas protestas.

Estamos frente a un estado de insatisfacción social que tiende a generalizarse.

Tradicionalmente para el mes de noviembre de cada año las movilizaciones populares entran en un período de descenso hasta el próximo año.

Pero en la actualidad esto no ha sucedido, ya que a finales de octubre y en lo que va del presente mes, se han producido grandes movilizaciones y hay otras programadas.

El 29 de octubre se realizó una poderosa marcha en San Juan de la Maguana contra las pretensiones de la minera Gold Quest de explotar una mina de oro en la zona de Romero.

El 30 de octubre, se efectuó la reunión de la dirección de Marcha Verde por el fin de la impunidad. El 31 de octubre, en Santo Domingo tuvo lugar el Encuentro de Comunidades abusivamente desalojadas durante el presente gobierno, el miércoles 2 de noviembre, multitudinaria marcha contra las ARS, las AFP y contra la instalación de dos barcazas y plantas a carbón en Puerto Viejo de Azua.

Huelga en Salcedo para el día 8 de este mes de noviembre.

 Marcha de los Peregrinos de El Seibo hasta el Palacio Nacional el próximo día 21, en reclamo de tierra para los campesinos.

Marcha nacional por el derecho de las mujeres, el día 27 de noviembre.

Y gran marcha nacional el miércoles 30 de este mes en la capital, contra las ARS y las AFP, convocada por el Colegio Médico Dominicano, gremio que ya ha realizado acciones similares y exitosas en Santo Domingo, Santiago, Azua y en San Francisco de Macorís.

Es evidente que crece aceleradamente el cuestionamiento frente a un gobierno que prometió grandes cambios; pero que ha defraudado a cientos de miles de los que lo llevaron al poder, en el que el precio de todo se ha disparado por las nubes, y la inseguridad ciudadana ya desbordó la capacidad de los organismos del Estado. 

Un gobierno que ha endeudado escandalosamente la nación y que frente a cada demanda sectorial o comunitaria solo sabe responder y argumentar que los grandes problemas por los que atraviesa el país se deben a las desastrosas gestiones de gobiernos anteriores, a la pandemia del Covid-19, a la guerra en Ucrania, a los estragos del huracán Fiona…

Y es muy probable que ahora también se los achaque a los aguaceros que cayeron recientemente en la Capital y que produjeron grandes inundaciones, cuantiosas pérdidas materiales y al menos 7 vidas humanas.

El presente gobierno llegó al poder montándose en el auge de las multitudinarias manifestaciones de Marcha Verde contra la corrupción y la impunidad y de la histórica concentración en la Plaza de la Bandera contra las maniobras fraudulentas de la Junta Central Electoral.

Esas extraordinarias manifestaciones fueron utilizadas por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y por su candidato presidencial, Luis Abinader, para alzarse con la victoria electoral en el 2020, en un momento en el que además había una aspiración casi generalizada en nuestra sociedad de sacar al PLD del poder.

Y ahora, en medio del descrédito del presente gobierno, porque no se ha puesto a la altura de las expectativas creadas, el país está siendo sacudido nuevamente por una avalancha de luchas sociales en ascenso y con reales posibilidades de llegar a un gran auge en próximo año.

 Las fuerzas auténticamente democráticas y revolucionarias deben evitar a toda costa que estas luchas sean capitalizadas por algún partido conservador para recuperar el poder o por fuerzas aliadas al presente gobierno, que tratarían de manipular por todas las vías este poderoso movimiento, con el funesto propósito de ponerlo al servicio de la reelección del PRM y del presidente Abinader. 

Por lo que hay que garantizar, elevar los niveles de conciencia transformadora de todos los sectores en lucha, de manera que cada jornada trascienda las simples demandas económicas o reivindicativas y le sirva al propósito político de echar abajo el actual gobierno y orden económico social vigente, dominado por los grandes ricos en estrecha complicidad y sumisión al poder extranjero.

Es decir, que cada lucha social debe estar estrechamente acompañada de una labor simultánea de educación y concienciación política, que garantice que las masas en lucha comprendan a profundidad las verdaderas causas de sus sufrimientos y penalidades y se sitúen en condiciones de conocer a sus verdaderos enemigos, y a quienes tienen que derrotar en cualquier terreno que determine cada coyuntura.

Debemos garantizar que toda acción movilizadora represente un salto hacia adelante en el crecimiento de la calidad del movimiento social, a partir de la labor educativa crítica que realicemos previamente a este, en medio del mismo y posteriormente, para contribuir a que los sectores y territorios en lucha tengan un claro norte en cada una de sus acciones y que transciendan las meras demandas sectoriales o locales; es decir, que sea un movimiento no solo para alcanzar determinadas reformas y migajas, sino que avance sostenida y ascendentemente hacia el poder político de las mayorías de la nación. 

Marchar por marchar o hacerlo tras simples reformas dentro del presente sistema de explotación, no sería más que continuar trillando el mismo camino social reformista y economicista que ha venido caracterizando nuestras luchas durante décadas, dejando intactas las actuales estructuras de poder, que son las reales causas de los sufrimientos de nuestro pueblo y del saqueo a que somos sometidos por parte de potencias extranjeras.

Las marchas por las marchas, la huelga por la huelga y las movilizaciones por sí mismas, si no son asumidas como parte de un proyecto y mediante un proceso de cara a derrotar las clases dominantes, a sus partidos y a construir el poder de las mayorías, no harían otra cosa que desgastar cada una de esas luchas y dejarlas enredadas en las patas de los caballos del presente orden económico social y de dominación neocolonial que como nación venimos padeciendo.

Las diversas y ascendentes movilizaciones sociales que se están produciendo y que tienden a generalizarse en todo el país, debemos enfocarlas de manera precisa y definida, tras el doble propósito de arrancarle importantes conquistas económicas y sociales al actual poder de las clases dominantes nativas y extranjeras, y al mismo tiempo, en echar abajo ese poder y a todos sus partidos y a las demás instituciones en las que espuriamente se sustenta.

Francis Santana
Francis Santana
Amauris Santana es un comunicador social con vínculos en el movimiento popular en busca de un mejor País.

1 COMENTARIO

  1. Hermano y compañero Francis, excelente y oportuna reflexión esa.
    Permiteme agregarle que todas esas acciones de los movimientos sociales son muy necesarias, pero si esas organizaciones sociales no se vinculan a un bloque de partidos con pensamiento Revolucionario de verdad y con hombres y mujeres progresistas que amen y defiendan a nuestra Patria, entonces, poco se avanzará hacia una nueva y justa sociedad cuyo fin principal sea defender la vida humana y a toda la Naturaleza.
    Vamos a construir ese gran frente Patriótico Revolucionario y progresista.
    Ya tenemos los Partidos para encabezar ese Gran Frente Revolucionario y de Liberación. Uno de esos Partidos es el Movimiento Patria Para Todos y toas -MPT.
    Es mi humilde aporte a tu artículo.
    Prof G. Corporan

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