Por Alfonso Tejeda
Las Expomóvil son partes muy dinámicas en las carteras de servicios que ofrecen algunos bancos comerciales, entre ellos el del Estado, Banco de Reservas (Banreservas) que este fin de semana cerró su más reciente destacando el movimiento económico conseguido y la cantidad de vehículos negociados, que el administrador definió como “un rotundo éxito”.
Como dice mi siempre citada La Morena Salazar, yo tampoco sé “contar hasta ahí”, cuando se refiere a sumas que desbordan mi alcance aritmético, tales como las detalladas en la información que da cuenta del nivel de las transacciones convenidas entre los adquirentes de vehículos y las concesiones crediticias que hizo el banco durante los cuatro días que duró la Feria.
En esos cuatros días, a través de 350 distribuidores de vehículos de todo el país, por más de 8,653 millones de pesos, estarán circulando, en adición, 2, 850 nuevos automotores (el 76% de los vendidos) por carreteras, caminos y calles que ya soportan, en las grandes ciudades, una saturación que se hace inmanejable para el adecuado tránsito, aunque parecen necesarios para la demanda de transporte de la ciudadanía.
Ese porcentaje de nuevos vehículos es para “uso personal”, informa la nota con similar satisfacción a la alegría que en una foto exhibe el administrador de Banreservas, quien, hay que ser justo “se montó en esa bola”, al llegar al cargo, dado que la versión de esta feria ya estaba diseñada como parte de uno de los servicios que ofrece la institución, ahora hasta más de dos veces al año.
De acuerdo de la Dirección General de Aduanas, en los primeros ocho meses de este 2025, la importación de vehículos revela que son las jeepetas las preferidas -con un 45 por ciento-, superando con poco más de 150 por ciento a los de carga que alcanzan el 18 por ciento, datos que para un economista y estratega social son una fuente muy provechosa para la planificación.
Cierto es que el problema del transporte es responsabilidad del Estado, que como administrador tiene que tomar y ejecutar las medidas pertinentes, pero también atañe a todas y cada una de las entidades sociales y particulares que debemos asumir y demandar soluciones más cónsonas con las necesidades colectivas que nos convocan, por lo menos, en este caso, dar un giro de timón, porque de seguir incorporando cada año más de 150 mil vehículos a los que ya circulan por calles, carreteras y caminos del país, se harían más intransitables.
