Por Evelyn Irizarri Santos
NUEVA YORK, Estados Unidos. – El plan de deportación masiva anunciado por el presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump, ha desatado el terror entre los inmigrantes indocumentados y sus familiares.
Terror que se ha convertido en una nueva oportunidad para los estafadores, que se hacen pasar por abogados para sacar partido de la desesperación de millones de personas.
Cuestión de días
Cuando solo faltan días para la toma de posesión de Trump, el 20 de enero, millones de inmigrantes ya comienzan a buscar una salida a su situación.
Algunos piensan en regresar a su país de origen, pero otros no están dispuestos a abandonar el "sueño americano", y es precisamente eso lo que los lleva a las puertas de personas inescrupulosas, que se presentan como “abogados expertos” en temas migratorios, pero que resultan ser estafadores, que solo buscan pescar en río revuelto.
Lo peor es que en muchos casos, estos estafadores son realmente abogados.
Desesperación
Los millones de personas indocumentadas, que de una u otra forma han podido sobrevivir en aquí trabajan, sus hijos asisten a la escuela y hasta han comprado una vivienda. Pero tras la victoria electoral de Trump, la comunidad de inmigrantes ilegales entró en pánico y busca con desesperación una salida.
Desde noviembre del año pasado hasta la fecha, ya se han reportado cientos de casos, de personas a las que estos delincuentes les prometen regular su estatus migratorio, conseguirles un permiso de trabajo o extendérselo si poseen uno y está por vencer.
Por estos servicios deben pagar miles de dólares por adelantado, para luego enterarse de que sus expectativas, junto a su dinero, cayeron en saco roto. Fueron estafados.
Promesas falsas
Las falsas promesas de regularizarles el estatus se fundamentan en procedimientos que en realidad resultan inexistentes.
La práctica de engañar a quienes buscan regularizar su estatus migratorio en los Estados Unidos es tan antigua como la inmigración misma, pero en los últimos años se ha multiplicado y perfeccionado.
TPS
La semana pasada, los beneficiarios del TPS, hicieron una huelga de hambre en Washington, tratando de llamar la atención del presidente Joe Biden, para que extienda la vigencia de sus permisos de trabajo, que finalizará el 9 de marzo.
El TPS es uno de los programas que se ven amenazados en la nueva administración de Trump, así como el Parole humanitario.
Ambos programas se pueden eliminar por una orden ejecutiva.
Quienes están bajo asilo, son quienes pueden estar más tranquilos, al menos, mientras se determina su elegibilidad, pues es un proceso legal que debe completarse.
Una amenaza creíble
El plan de deportación masiva, al parecer, es una amenaza creíble, no solo para los aterrados inmigrantes, sino también para los gobernantes de otros países, en especial, México, cuya presidenta, Claudia Sheinbaum, ha hablado de forma detallada de los planes y acciones para acoger a los deportados, y ha solicitado a los demás países que reciban a sus ciudadanos cuando sean objeto de deportación.
La posición del presidente electo Donald Trump se ha mantenido firme desde los tiempos de campaña y durante todo el período de transición, por lo que para muchos pasará a los hechos tan pronto asuma el cargo.
Hay quienes aconsejan mantener la serenidad y esperar, sin morir en la víspera.
Según la última estimación del Departamento de Seguridad Nacional, con datos hasta 2022, en Estados Unidos hay 11 millones de ciudadanos indocumentados procedentes de diferentes latitudes, pero la mayoría de Latinoamérica, principalmente de Centroamérica y el Caribe. En los últimos años, el mayor emisor de migrantes ha sido Venezuela.
