Por Federico Pinales
En la República Dominicana hay un supra poder instalado, del cual el presidente de la República es prácticamente un muchacho de mandado.
Aunque es el verdadero poder que, tras bambalina, siempre ha gobernado, ahora por decretos de los últimos presidentes ha sido legalizado e institucionalizado.
Esto yo no me lo he inventado, siempre se ha denunciado.
Pero con documentos en las manos, el abogado Remberto Pichardo, por diferentes medios, lo ha probado.
Asegura que, por decisión de ese poder, el país se ha sobreendeudado.
Y que con cuyos préstamos los integrantes de ese organismo han sido los mayores beneficiados, auto repartiéndose las ejecuciones de las obras del Estado.
Según ese abogado, al parecer bien formado y muy bien informado, ese consejo está integrado , en su gran mayoría, por influyentes empresarios y algunos representantes del Estado, incluyendo al presidente de la República de turno, quien, por estar en minoría, está “obligado” a ejecutar las decisiones de la mayoría, en cuanto a la elaboración y ejecución de la política económica y el presupuesto nacional.
De la cual ese viejo cartel, se reparte la mayor parte del codiciado pastel.
Para un presidente actuar contra los intereses de esa gente, tiene que ser un suicida o estar malo de la mente.
Esa es la razón por la que el brazo de la justicia nunca los alcanza, aunque se “desgañoten” predicando y anunciando la existencia de una supuesta “justicia independiente”, que solo existe y existirá en las mentes de los ilusos soñadores, mareados con las reiteradas demagogias de los políticos farsantes, representantes, voceros, mandaderos, mensajeros y falderos de esos aparentes mansos corderos, que solo piensan en sus fortunas y en el futuro de sus herederos, en perjuicio del pueblo entero.
De ese pueblo que manipulan y usan cada cuatro años, como ganado para su rebaño, a legalizar su vulgar engaño.
Un engaño reiterativo, a fuerza de mentiras y con dinero en efectivo.
Para convencer a los indigentes, que piensan más con el estómago que con la mente.
