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martes, abril 1, 2025
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El sueño de Raquel Peña y el legado de Abinader en la perspectiva del 2028

Por Osvaldo Santana

“A mí una vez me preguntaron cuando fui vicerrectora de administración y finanzas de la PUCMM, ¿tú soñaste con serlo? Dije no. Después otro día me preguntan, ya yo siendo vicepresidenta, ¿tú soñaste con ser vicepresidenta de la República? Dije no. Esa pregunta que tú me haces, ¿tu sueñas con subir las escalinatas como presidenta de la República…? Sí”, respondió Raquel Peña cuando la periodista Grisbel Medina la abordó en un acto en Santiago.

Y esa respuesta ha desatado todo tipo de comentarios, y especialmente, una reacción del presidente Luis Abinader: “Ustedes saben que yo nunca me he involucrado en los temas de aspiraciones políticas aquí, ni anteriormente, ni ahora tampoco me voy a involucrar en estos temas”.

A decir verdad, el presidente Abinader no ha tenido chance de apoyar a nadie, porque él ha sido el centro de atención en su organización desde que se perfiló como candidato presidencial, y no ha tenido que involucrarse en “aspiraciones políticas” de terceros, pero esta vez, aunque adelante razonablemente que no lo hará, no tendrá manera de eludir su intervención en el proceso de selección del candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Aunque Abinader se apartó temprano de cualquier madrugonazo más allá de 2028, con su reafirmación de los candados a la Constitución, todavía no ha dicho que se retira del ejercicio de la política, y difícilmente lo haga, toda vez que es el principal impulsor del PRM que, junto a los demás partidos, es garante de la continuidad democrática y el orden público, y su dirección debe quedar en manos seguras.

En cualquier caso, o circunstancia, el PRM es el instrumento para su defensa después de 2028, con todos sus imponderables.

Como hay que suponer que Abinader seguirá en política más allá de 2028, habrá que preguntar ¿qué hará para cumplir con sus obligaciones esenciales como dirigente político y estadista para mantener su partido en el poder?

Los continuadores de Abinader

Y tratándose de un presidente, una figura de su dimensión, hay que suponer que apostará para definir quiénes serían los portadores de sus ideas y propaladores de su obra. Y más allá de su obra, tendría que pensar en la continuidad del PRM.

Las ambiciones de poder se han destapado. Y un desborde no es ajeno a la política criolla. La experiencia en esa dirección es profusa en la historia del PRM, que es la misma del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), reducido a la insignificancia precisamente por la lucha de poderes y el fraccionamiento continuo.

Los presidenciales

En octubre del año pasado, en el análisis titulado, “¿Acaso está pensando Abinader en un sucesor?”, apuntábamos que de todas aquellas personas que se proclaman o se presentan como presidenciales o como sustitutos, continuadores o herederos de lo que sería el legado de Abinader, resaltan varios nombres: David Collado, Carolina Mejía, Guido Gómez Mazara, Wellington Arnaud, Tony Peña Guaba, y habría que agregar al exiliado del gobierno perremeísta Ramón Alburquerque.

Y me preguntaba: ¿Cuál de ellos representaría mejor el legado de Abinader, la continuidad del PRM, o encarnaría la herencia de lo que termine siendo su gobierno? 

Eso es difícil de predecir. Primero, porque, aunque el presidente Abinader trabaja para dejar huellas, y va por buen camino, al final nadie sabe cómo terminará. Segundo, como la política se afirma en la negación, normalmente los políticos suelen negar el pasado para proyectar su propio perfil, no importa que su referente inmediato haya sido una estrella. Representarlo, desde todo punto de vista, sería muy difícil. Probablemente apostarán a su propio juego.

De todas formas, el elegido también tiene que ser más que afín al presidente, que, si bien confirma su retiro, no le soltará el mando a cualquiera. Se asume que de alguna manera ejercerá su liderazgo en alguna dirección.

¿A dónde apunta Abinader?

Abinader declaró el lunes 17 de marzo que no se involucra en “aspiraciones”, pero en octubre pasado, en este medio, observamos lo siguiente: “En esta materia nadie sabe hacia dónde apuntará el presidente Abinader. Así como encontró a su compañera de ejercicio de manera “inesperada”, así podría ocurrir lo inesperado.

“Raquel Peña Rodríguez, santiaguera, que goza de amplia aprobación y sin visible rechazo, ha sido como un premio de lotería para Abinader, que cada vez que se ha visto en apuros en alguna instancia gubernamental, la envía a solucionar la cuestión.

“Raquel Peña no habla de política, no dice que aspira ni nada por el estilo. Es simplemente la acompañante vicepresidencial de Abinader, y como tal cumple su rol”, decía el análisis publicado el 30 de octubre y añadía:

“Sin embargo, es llamativo cómo en las últimas semanas o meses, ha representado en actos o inauguraciones al presidente Abinader.

“Desde mediados de octubre, la vicepresidenta acrecienta su protagonismo en asuntos oficiales no habituales.

“El 14 de octubre encabezó la reunión de los lunes de seguimiento del Plan de Seguridad Ciudadana. El 18 de octubre estuvo en Boca Chica en la inauguración de un centro deportivo; entregó viviendas en Ciudad Real en San Luis, en el plan familia feliz.

“El 19 de octubre “supervisó” los trabajos de construcción de la presa de Guayubín, en Santiago Rodríguez; inauguró obras en Monción, Esperanza, Mao. El 20 de octubre entregó obras en Villa González, y en La Vega”.

“Es normal que la vicepresidenta represente al mandatario en esas actividades, pero el histórico del gobierno sugiere que Abinader habitualmente encabeza las inauguraciones, salvo raras excepciones.

“La participación de Peña Rodríguez en estas actividades ha llamado la atención y sugiere que pudiera estar siendo proyectada. ¿Por el mismo presidente Abinader?

“Quizás ella, como ninguno de los otros candidatos, sea convertida en la continuadora del legado de Abinader. Total, ha sido su compañera vicepresidencial en el ejercicio del poder.

“Es demasiado prematuro para pensar que Abinader tenga un candidato favorito para potenciarlo como su sustituto presencial.

“Pero su anunciado retiro es un hecho: “Termino el 16 de agosto del 2028 y no sigo más, no sigo más. Nunca más. Hoy decimos alto y claro que el país está primero que cualquier gobierno y los ciudadanos por encima de cualquier presidente”, dijo ante los asambleístas y funcionarios gubernamentales el domingo 27 en el acto de proclamación de la nueva constitución”.

Venía “soñando”

La declaración de Raquel Peña en Santiago, su tierra natal, de que sueña con la Presidencia de la República, viene a confirmar que, en realidad, tal y como vaticinamos, viene “soñando” hace rato en el poder principal.

Una aspiración de una acompañante presidencial es una constante en la vida republicana, y Raquel Peña no sería la excepción. Ahora, habría que ver cómo repercutirá tal declaración en un partido en plena ebullición.

Osvaldo Santana
Osvaldo Santana
Osvaldo Santana es periodista.

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