Por Evelyn Irizarri Santos
NUEVA YORK, Estados Unidos. – La falta de maestros de Educación Especial pone en riesgo el aprendizaje de miles de niños que requieren de enseñanza especializada y otras acomodaciones para poder alcanzar las metas de cada grado.
Más vacantes que aspirantes
El sindicato de maestros de la ciudad de Nueva York ha mostrado preocupación, luego de que se dieran a conocer los resultados de un estudio que revela que existen 2,270 vacantes en la nómina de maestros, psicólogos y terapeutas en más de 450 escuelas de la Gran Manzana.
El problema es que este número se incrementa con el tiempo y existen pocos profesores con estudios de Educación Especial para completar estos puestos de trabajo.
Lo mismo ocurre con los terapeutas y psicólogos, quienes muchas veces, durante el día deben trasladarse de una escuela a otra.
Los más afectados
Lo que más preocupa al Sindicato de Maestros es que este déficit ha ocasionado que más de 9 mil estudiantes con necesidades especiales, no estén recibiendo al menos uno o más de los servicios que la ley de educación establece que deben recibir.
El gremio que agrupa a los docentes de Nueva York ha puesto el grito en el cielo, porque en vez de ver una salida a esta problemática, la misma parece agravarse cada día.
Estos estudiantes están en peligro de no alcanzar las metas educativas.
El caso de Queens
De todos los distritos escolares de la ciudad de Nueva York, donde se registra el mayor déficit de maestros de Educación Especial, es en el Distrito 75 de Queens. Allí no solo faltan maestros, también se registra una alarmante necesidad de terapeutas del habla y la conducta, servicios requeridos por un elevado porcentaje de niños con necesidades especiales.
Una larga espera
La falta de psicólogos dificulta que los estudiantes sean evaluados a tiempo para determinar cuáles son las necesidades de cada niño y establecer así los servicios que les serán ofrecidos, de acuerdo a los resultados de esa evaluación.
Como no hay suficientes especialistas, los estudiantes deben esperar demasiado para ser evaluados y a veces, pierden más de un año en ser acomodados en las clases acorde con sus discapacidades.
La canciller de Educación
Este problema que fue denunciado por el Sindicato de Maestros. No fue negado por las autoridades de Educación y la propia canciller de Educación, Melissa Avilés Ramos, reconoció el problema y aseguró que una de sus prioridades es la Educación Especial y que por esta razón trabajará en conjunto con el sindicato para captar más especialistas.
La funcionaria reveló que desde el pasado mes de octubre, están abiertas las posiciones y que ya se ha contratado a mil profesionales, pero que aún quedan 1, 403 posiciones disponibles.
Los padres
Los miembros del Sindicato de Maestros hicieron un llamado a los padres de los estudiantes con necesidades de aprendizaje especial a abogar por sus hijos y a demandar a las autoridades poner atención a la situación que pone en peligro el futuro de esos niños.
Dificultades con el idioma
En la ciudad de Nueva York, donde un elevado porcentaje de estudiantes es de origen hispano, otro factor que empeora la ya complicada situación es que pocos profesores de Educación Especial son bilingües.
La mayoría de las clases de Educación Especial comienza a partir del segundo grado, cuando aún un niño que no haya nacido en Estados Unidos no domina el inglés y si ese niño necesita asistir a una clase de educación especial. En ocasiones, la escuela prefiere asignarlo a una clase regular bilingüe. Esto retrasa el aprendizaje de ese estudiante hasta que pueda entender adecuadamente el idioma.
En realidad, lo ideal es que existan clases de Educación Especial desde kínder en todas las escuelas, pero esto es muy difícil. Más difícil es aún combinar la enseñanza especializada y bilingüe.
Doblemente complicado
Trabajar con estudiantes con necesidades especiales es doblemente complicado. El maestro debe adaptar su plan de enseñanza al nivel de aprendizaje de los alumnos. Esto quiere decir que tienen que dedicar más tiempo a su clase para concluir sus actividades en el aula, pero deben ir a la par con el programa de los maestros de Educación Regular, algo que en ocasiones se torna muy difícil por no decir imposible.
Ir a la par con las clases regulares es un gran reto. Por esta razón, algunas maestras y maestros prefieren, aunque cuenten con licencia para la instrucción especializada, ser asignados a clases regulares.