Por Rafael Céspedes Morillo
Bases en el Ámbito Nacional
Los componentes naturales del escenario dominicano en la actualidad no presentan mucha variación respecto al primer trimestre del año, salvo algunas salpicaduras que no provocan cambios sustanciales ni alteran posiciones de poder como para considerar variaciones de gran importancia.
Un ejemplo de novedad son las visitas a los expresidentes, cuya gran diferencia es que ahora se realizan por separado y, por ende, con la oportunidad de tratar temas de exclusivo interés, según el visitado.
Otra observación que preocupa a algunos es la actitud “inauguradora” del presidente Luis Abinader. Un gobierno con algunas —otros dirían muchas— deficiencias no sabe hacia dónde mirar.
Creo que, si no hay interés en dar un golpe especial en unos tres años, diciendo algo así como: “no puedo dejar que el país se hunda”, entonces deberían ocuparse de resolver los grandes problemas: la situación en la frontera, la inmigración, la corrupción… donde el único castigo es la cancelación convertida en solicitud de renuncia. O bien, decirles claramente lo que deben hacer a aquellos funcionarios que pueden ser removidos, y punto.
El área empresarial no cambia en el fondo, sino en la forma. Nunca esperen que el cambio sea estructural. A ellos les interesa preservar y aumentar sus capitales, y no van a mirar hacia otro lado que no sea el camino amplio de sus intereses. Su patria se llama DINERO.
Ámbito Internacional
Parece igualmente estático, al margen de algunos destellos que apuntan a la posibilidad de solución de conflictos, como los casos Israel-Irán y Ucrania-Rusia.
El caso de China tiene matices distintos y se resolverá en la medida en que los dos países envueltos —China y Estados Unidos— concilien sus intereses y el manejo de la geopolítica.
En este contexto, y con la inclusión de Rusia, los casos de Venezuela y otros ubicados en la línea socialista, tendrán toques especiales, independientemente de si en realidad lo son o no. Por ejemplo, Venezuela tiene de socialista lo que Cuba tiene de demócrata.
Generales
En nuestra cercanía, el problema más sentido y sin duda más delicado que enfrentamos es la inmigración haitiana sin control.
Nadie niega que la falta de organización en ese manejo permite, con toda libertad, la corrupción.
Escuchamos al presidente decir: “Hay más de 30 militares presos; eso nunca había pasado”. Eso es cierto, pero lo que se está pidiendo, señor presidente, no es que pongan presos a los militares corruptos, sino que se establezca un sistema donde, si lo son, no puedan hacerlo. Se está pidiendo que se acabe con eso, no se pide un paliativo.
La economía, en términos generales, dicen los expertos que marcha bien, aunque siempre agregan —y ahora también lo hacen— que puede ser mejor. Pero no van a dejar de hacer lo que les conviene políticamente, aunque no sea lo que el país demanda y requiere.
Los partidos
Nada nuevo, salvo el resurgir de figuras que no quieren quedarse fuera de la ya grande lista de los llamados presidenciables. Aunque toma más fuerza la posibilidad de que en las próximas elecciones tengamos opciones de elegir candidatos que no provienen de los partidos tradicionales, es notable ver a un grupo de dominicanos dedicados a que eso sea posible. Se destacan el Dr. Ramos, el Dr. Cabral y el Dr. Fiallo, entre otros.
Les auguro éxito, pero ojalá esto no se convierta en otra forma más de lo mismo, sino en algo realmente novedoso, positivo y posible. Aunque, aún falta mucha soga por desenredar.
Los precandidatos
Ninguno —es decir, nadie— ha logrado encender la chispa del entusiasmo. Son solo eso: acordes marcados por músicos malos, sin buenos arreglos, sin voces genuinas ni encantadoras. Son todos, por ahora, más de lo mismo.
Tal vez pudiéramos hablar de que será en dos años cuando estemos en un escenario más definido, y por ende, en condiciones de señalar las opciones definitivas que estarán punteando en las encuestas reales, y no en eso que, si bien llaman encuestas, son “afiches numéricos”.
La decisión definitiva del presidente Abinader será contundente para la construcción del escenario que necesita, porque los “suyos” no son los primeros.
Lo que pudiera venir
Aún muy impreciso, porque las variables son demasiadas. El presidente tiene el poder de hacer variar las cosas, pero es táctico que eso no se produzca en este momento. Debe esperar para su decisión final, o se le puede llenar de agua el barco.
Preguntas claves
¿Acordarán algo Abinader y Danilo?
¿Acordarán algo Abinader y Leonel?
¿Acordarán algo Abinader e Hipólito?
¿Acordarán algo Danilo y Leonel?
¿Apoyará Abinader a alguien como a sí mismo?
En conclusión
Realmente, nada está definido. Todo está por definirse.
Pero sí se requiere concluir con nombres, que es lo que gusta a la gente:En el PRM puntea David con cerca de un 20 %. Le sigue Carolina, y le sugiero que den seguimiento a Víctor D’Aza, arrancó con mucha fuerza y novedad
En el PLD no les veo posibilidades a ninguno, pero El Penco y Abel serían los más aceptables, aunque dependerá de que busquen, recuperar el poder o al partido.
En la FP: el papá o el hijo. No hay más nada.